El presidente iraní Hasan Rohani propuso la creación de "un tribunal especial" para investigar el siniestro. Agregó que "no se puede culpar a un solo individuo".
Irán detuvo a los involucrados en el derribo del avión ucraniano
El Poder Judicial de Irán anunció hoy que se efectuaron varios arrestos relacionados con el derribo de un avión ucraniano el pasado miércoles cerca de Teherán que causó la muerte a sus 176 ocupantes, mientras que el presidente Hasan Rohani propuso la creación de "un tribunal especial" para investigar el siniestro.
El portavoz del Poder Judicial, Gholamhosein Esmaili, explicó en una rueda de prensa que se llevaron a cabo "investigaciones exhaustivas y algunos individuos han sido detenidos", sin dar más detalles.
Debido a la magnitud y controversia del caso, Rohani, llamó a formar "un tribunal especial con un juez de alto rango y decenas de expertos" para dilucidar el error que provocó la tragedia.
"Este no es un caso normal y el mundo entero lo seguirá en nuestro tribunal", afirmó el mandatario, quien agregó que "no se puede culpar a un solo individuo".
Al respecto, indicó que el culpable no es solo la persona que presionó el botón y disparó el misil, sino que "hay otros", según un comunicado de la Presidencia citado por las agencias de noticias EFE y Europa Press.
"El gobierno continuará sus esfuerzos hasta que se investiguen todos los aspectos del incidente y para garantizar que los involucrados son castigados y que estas cosas no volverán a suceder", subrayó.
Rohani culpó a Estados Unidos por haber "encendido el ambiente e hizo que la situación fuera anormal", pero aseveró que eso no quiere decir que no se deban abordar "las causas profundas del incidente".
El avión, un Boeing 737 de la aerolínea ucraniana UIA con destino a Kiev, fue derribado a pocos minutos de despegar del aeropuerto internacional Imán Khomeiní de Teherán. Según la Guardia Revolucionaria iraní, ante la posibilidad de que se tratara de un misil de crucero, intentaron hablar con el piloto que no respondió "durante diez segundos" y decidieron derribarlo.
El luctuoso episodio se enmarca en la escalada de la tensión entre Estados Unidos e Irán, país que esperaba un ataque de represalia por su bombardeo de horas antes a una base militar en Irak con presencia de tropas norteamericanas.
El derribo, negado en un principio por las autoridades persas, causó un gran descontento entre la población iraní, que protagonizó en estos últimos días varias protestas contra el sistema islámico del país.
En el avión viajaban 176 pasajeros, entre ellos 82 iraníes y 63 canadienses, estos últimos en su mayoría con doble nacionalidad, y nueve tripulantes ucranianos.