Es un joven de apellido Gette que fue detenido en el domicilio de su madre luego de un allanamiento en Córdoba.
Detuvieron a un sospechoso por el asesinato del ginecólogo cordobés
Un sospechoso por el asesinato del ginecólogo Daniel Casermeiro fue detenido hoy en la ciudad cordobesa de San Francisco luego de la aparición del cadáver, que se encontraba parcialmente quemado, mientras que el fiscal a cargo de la causa, Bernardo Alberione, brindará una conferencia de prensa en las próximas horas para dar a conocer los resultados de la autopsia y de la investigación.
El detenido, según consigna el medio local La Voz de San Justo, se trata de un joven de apellido Gette, quien fue arrestado luego de que se realizara un allanamiento en la vivienda donde viviría su madre.
En tanto, el domicilio del sospechoso ya había sido registrado por las fuerzas de seguridad durante el día en el que se halló abandonado el vehículo de Casermeiro.
El cuerpo del ginecólogo, de 61 años, fue encontrado este jueves por la tarde en un pastizal al costado de la vieja ruta a Luxardo.
El pasado 19 de diciembre, minutos antes de las 10:00, el médico se retiró de su consultorio en el Sanatorio Argentino de la ciudad dejando pacientes en espera y se dirigió a un banco de la zona para realizar un trámite.
"Lo que nos cuenta es que su día largó normal, pero en un momento se retiró del sanatorio con el guardapolvo puesto y fue a la zona bancaria. Luego llamó y pidió que los turnos que tenía para esa tarde los programen para el día siguiente", reveló en declaraciones a TN Diego Casermeiro, hijo del profesional, antes de la aparición del cuerpo.
El médico tenía previsto a reunirse con un ingeniero en un estudio del bulevar J.B. Justo a las 16:10, pero una persona lo llamó antes y le pidió anticipar el encuentro a las 15:50. Sin embargo, Casermeiro nunca llegó.
Según las cámaras de seguridad del pueblo de Luxardo -a pocos kilómetros de San Francisco- que analizó la Policía cordobesa, a las 14:30 el médico pasó por un comercio: paró su automóvil de alta gama en la puerta, descendió y compró tres bebidas.
Desde entonces, nadie de su entorno cercano tuvo novedades de su paradero.