El mandatario manifestó, que le "duele" la baja aprobación social, que no pensó en renunciar y pidió perdón "por sus errores".
Piñera dijo que en Chile se cometieron "excesos, atropellos y abusos"
A días de que se cumplan dos meses del comienzo del estallido social en Chile, el presidente Sebastián Piñera se refirió este lunes en un reportaje al impacto negativo que tuvo en su popularidad la ola de protestas por la desigualdad social en el país, pero reiteró que aunque le "duele" no pensó "en renunciar".
La entrevista con la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi) celebrada este mediodía se produjo poco después de conocerse una nueva encuesta de Cadem-Plaza Pública que reveló un 13% de aprobación a la gestión de Piñera en su segundo mandato, muy por debajo del 31% que registró en octubre, antes del estallido social.
"Me duele el bajo apoyo, porque lo único que uno hace es trabaja para mejorar la vida de los chilenos. ¿He cometido errores?, por supuesto que sí. Les pido perdón a mis compatriotas por los errores. No he pensado en renunciar, por una razón simple, fui elegido Presidente por una mayoría de chilenos y tengo el deber de cumplir ese mandato. A veces el camino más fácil puede ser escapar, eludir. No soy de esas personas", afirmó.
El jefe de Estado también se refirió a los recientes informes de distintos organismos internacionales, como el del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU que advirtió sobre muchos casos de violaciones graves a los derechos humanos durante las protestas, informó la agencia Télam.
"En Chile sí se cometieron excesos, atropellos y abusos, pero no en forma sistemática. Esto significa que es un padrón de conducta, que es una política pública. Pero nadie en el gobierno ha hecho nada por vulnerar los derechos humanos de ningún compatriota, todo lo contrario", señaló Piñera citado por la prensa chilena.
El mandatario hizo declaraciones además sobre el proceso para cambiar la Constitución heredada de la última dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), al igual que el modelo económico neoliberal, principal causa del estallido social.
"Es bueno para Chile que nos sentemos en una mesa de forma tranquila, respetuosa a acordar una Constitución que nos interprete y todos la respetemos", indicó, citado por el diario La Tercera.
"Creo que es muy importante que se creen los mecanismos para asegurar que la participación en la asamblea constituyente tenga representación de todos los sectores", agregó en alusión a los cuestionamientos de la oposición respecto a que se garantice la participación de los pueblos indígenas, los independientes y se establezcan cuota de género en el proceso constituyente.
Chile, considerado hasta hace poco un país "modelo" en una región acostumbrada a la inestabilidad política y económica, vive una revuelta social sin precedentes desde el 18 de octubre, cuando un alza en el boleto del subte detonó un violento descontento que se amplió a llamados a un profundo cambio del sistema.
Las protestas por reclamos de mejores salarios y jubilaciones y condiciones laborales, así como de una nueva Constitución que garantice el derecho a la educación y la salud pública y a un sistema de pensiones gestionado por el Estado y no de manera privada, fueron reprimidas y en ellas murieron una veintena de personas.