La rubia quiere volver a ser madre, y contó que tiene cuatro futuros bebés congelados para implantarlos en un vientre de alquiler. "No son personas", lanzó. Congeló 30 óvulos y los ofrece a sus amigos.
Luciana Salazar le ofreció sus óvulos a Polino y desató otra polémica
Luciana Salazar reemplazó a Carolina Ardohain en Pampita Online y contó todo sobre sus organigramas para ser madre.
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Luis Piñeyro, co-conductor del ciclo, le pidió que explicara cómo fue que llegó a la subrogación de vientre. "Es un tema muy complicado y no lo puedo contar porque forma parte de la historia de mi hija y se lo tengo que contar a ella primero", dijo.
Ante la insistencia de Julieta Kemble, una de las panelistas, empezó a contar que tiene embriones fecundados listos para entrar en un vientre de alquiler, que para ella "no son personas" y que logró sacarse y congelar 30 óvulos sanos.
"El médico que me hizo la congelación de óvulos es el mismo que se encargó de la subrogación de vientre. Cuando yo comencé con este proceso, no tenía en mente que iba a ser una subrogación, pensé que la vida me iba a llevar por otros lados. Pero lo que creía que podía pasar no sucedió, por un montón de motivos, y la vida me llevó a que tuviera que elegir ese método", explicó.
Mónica Farro, que estaba en el estudio, le dijo que podría haber tenido un hijo dándolo a luz ella misma, porque la falta de pareja no impide ser madre.
Piñeyro entonces se metió de lleno en tema: cómo hizo para congelar tantos óvulos y embriones y por qué.
"Tuve suerte y tengo congelados varios. Fueron 34 de los cuales quedaron 30 sanos. De esos dejé 15 congelados y los otros 15 los usé para fecundar. Por eso, tengo cuatro embriones más congelados".
Y fue más allá: dijo que todo ese material genético está a disposición de sus amigos. "Muchas veces les dije a mis amigos: 'si un día ustedes quieren tener un hijo, en vez de buscar una donante anónima, tienen una amiga acá que los puede ayudar'. Obviamente, si yo no los voy a utilizar. Incluso se lo ofrecí a Marcelo Polino".
En del debate instalado sobre si el embrión es vida o no, Luciana fue tajante: el embrión no es una persona.
"Uno no puede congelar a una persona y a un embrión, sí. Desde ese punto, para mí ya te dice mucho. Yo, Luciana Salazar, la verdad no creo que un embrión sea una persona sino que es un proyecto".
Por otro lado, Salazar se refirió a los papeles en los que tuvo que dejar su consentimiento: "Yo firmé que, en caso de que me muera, algo que por suerte se puede cambiar en el transcurso del tiempo. En ese momento, cuando firmé, dije que ?si yo me muero, quiero que mis óvulos se mueran'. Después volví a ir y lo quise cambiar porque tal vez me gustaría donarlos".
"Igual, pienso que le estoy dejando una vida en responsabilidad de una familia que no conozco y te empieza a agarrar miedos de cómo van a cuidar a ese hijo que es tuyo. En el caso de los embriones, no quiero que se eliminen. Por lo menos, para mí, es más importante un embrión que un óvulo", dijo.