El Padre Dante Simón, vicario judicial de Vaticano que investigó el caso por pedido de la Santa Sede, contó los detalles de ese proceso.
El vicario judicial del Vaticano dijo que coincide con la condena del Próvolo
Luego de las condenas ejemplificadoras a los abusadores sexuales del instituto Próvolo de Luján de Cuyo, el Padre Dante Simón, vicario judicial de Vaticano que investigó el caso por pedido del Vaticano contó los detalles de ese proceso.
En diálogo con el programa Te digo lo que pienso que conduce Ricardo Montacuto por Radio Nihuil, Simón, contó: "A mí me envía la Santa Sede a Mendoza a hacer la investigación sobre las denuncias públicas sobre el Próvolo. Pido al Arzobispado la denuncia, y no tenía ninguna. Fui hasta el fiscal, me recibe, me dice que va a colaborar. Nos presenta el pedido por medio de los abogados, y no nos dieron más colaboración".
"Como iba a hacer yo mi investigación, no tiene la rigidez de un proceso judicial. Yo pedí una pericia a ambos sacerdotes, los visité, nuestra investigación fue bastante atacada acá en Mendoza. Llegaron a decir que iba a charlar con los sacerdotes presos", expresó.
Simón explicó que "el objetivo era lograr determinar si las denuncias eran verosímiles o no. Verosímil es que pudieron haber sucedido. Y esto fue ampliamente demostrado que sí lo eran. Tengo casi la certeza de que sucedieron."
"Yo informo de todo esto a la Santa Sede y hago mi pedido formal. La Sede podía archivar la causa por falta de fundamento, pedirme que investigue más, que pasara eso a proceso penal y la otra es que esta investigaciones pasara al Santo Padre, para que los dimita y aplique la pena máxima, que fue lo que yo pedí", consideró el padre.
Y dijo: "Coincido plenamente con lo determinado por la Justicia mendocina".
Simón expresó que intentó hablar con las víctimas, pero que "la querella me dijo delante del fiscal que las víctimas no querían hablar con nosotros".
En relación con los otros lugares de donde provenían los sacerdotes condenados sin ser cuestionados y dejar que llegaran a Mendoza a seguir cometiendo delitos, el padre dijo: "A mí me pedían informes de Verona y yo no conozco de Verona, no lo investigué, no tengo elementos. Pero si me preguntan mi opinión personal, es un horror y es otro delito por parte de la autoridad eclesiástica, si la autoridad eclesiástica sabe, es negligente y es doblemente culpable".
Para Simón, "de este horror se hizo responsable el arzobispo de Mendoza cuando no correspondía. No era él el directo responsable, era la autoridad del Próvolo".
El sacerdote también se refirió a si es posible que Francisco reciba a las víctimas y sus familiares, y dijo: "Yo no puedo pedirle al Papa eso porque mi cometido ha terminado. No puedo darle órdenes al Papa. Cualquier fiel tiene derecho a recurrir al santo padre. Si las víctimas quieren ser recibidas por el santo padre, ¿por qué no podrían hacerlo?"