En medio de un clima político de respeto, los partidos y los ciudadanos esperan el recuento de su prestigiosa Corte Electoral.
Uruguay espera la confirmación cantada de la victoria de Lacalle Pou
Tras una noche inesperada que postergó hasta el próximo viernes el festejo del nacionalista Luis Lacalle Pou, a un paso de ser confirmado ganador del balotaje presidencial, Uruguay retomó hoy su ritmo habitual sin confrontaciones y hasta con un aire casi distante, a la espera del recuento de los votos que confirmará al presidente por los próximos cinco años.
Todo parece indicar que el opositor, del Partido Nacional (PN), respaldado para el balotaje por fuerzas de centro y ultraderecha y socialdemócratas, será designado presidente electo.
El escaso margen de votos (28.666) entre el nacionalista y el oficialista izquierdista Daniel Martínez, del Frente Amplio (FA), obliga a que la Corte Electoral deba alargar la espera hasta el jueves o viernes para la nominación del sucesor de Tabaré Vázquez.
Luego de evidenciar su alegría y escenificar fortaleza sobre la medianoche, con casi la totalidad de los votos escrutados, Martínez sorprendió al no respetar el código implícito en la política uruguaya de reconocer la derrota.
El ex ministro y ex Intendente de Montevideo, pidió esperar el recuento. Pese a su tono y la alegría de la militancia que se sintió cerca de la hazaña, los ánimos y la confraternidad, esta tarde Martínez le bajo el tono a la controversia por Twitter y dio a entender que Lacalle Pou será el nuevo presidente de Uruguay desde el 1° de marzo por cinco años.
"Siempre respetamos la voz del pueblo. Lo correcto es esperar los resultados de la Corte Electoral. Sea cual sea va a existir un dialogo con Luis Lacalle Pou, así lo exige nuestra rica tradición democrática. Cuando se confirme que él es electo voy a salir personalmente a saludarlo", dijo Martínez, de 62 años.
También vía Twitter, Lacalle Pou, de 46 años, aseguró que un gobierno no puede "cambiar a una mitad por otra" y llamó a "unir a la sociedad" y a los uruguayos.? Entretanto, el Gobierno del frenteamplista Tabaré Vázquez, quien anoche llamó por teléfono a los dos candidatos, mantuvo silencio hoy luego del Consejo de Ministros de cada lunes, a la salida de la Torre Ejecutiva de la Ciudad Vieja de Montevideo.
En medio de un clima político de respeto, los partidos y los ciudadanos esperan el recuento de su prestigiosa Corte Electoral, que deberá escrutar los votos observados (35.229) y los anulados (53.619). ?Lacalle Pou, cuyos militantes pasaron de una victoria cantada al inesperado sufrimiento, aventaja en 1,2% (28.666 votos) al oficialista Martínez, según anunció la Corte en la noche del domingo, con el 100 % del escrutinio.
El oficialismo deberá obtener el 91% de esos votos que todavía no fueron contados para revertir el resultado, algo que se considera poco probable, porque la mayoría de esos votos son de los efectivos desplazados en el traslado de las urnas y los sufragios tradicionalmente van para los nacionalistas.
Por eso, ni los propios militantes del FA parecen creer en esa epopeya matemática.
El jefe de campaña del gobernante FA, Yamandú Orsi, le dijo hoy al diario El País que "los números dan muy probable" que el nuevo presidente sea Luis Lacalle Pou.
A la espera de que se oficialice la probable victoria del nacionalista Lacalle Pou, hoy políticos de las dos fuerzas reconocieron que la extrema paridad los obligará a tejer entendimientos entre las fuerzas políticas.
Mientras tanto, la población ve como su poder adquisitivo se desinfla al ritmo de los coletazos que le produce la economía argentina -el dólar subió 17% este año-, aún digiere un inesperado e inconcluso balotaje y se prepara con su calma característica para una transición de tres meses, que derivará en el anunciado regreso de la derecha al gobierno en Uruguay.