El ex ministro de Salud fue llevado ante un tribunal por una denuncia de Ampros, la cual indicaba que el funcionario no asistió a sus funciones antes de que asumiera en la cartera.
Para la justicia, Roby no robó y no fue flojo como empleado público
Matias Roby fue absuelto en el juicio por defraudación a la administración pública.
Fue una causa que se le inició por estar sospechado de faltar a su trabajo en el Estado entre 2008 y 2010. O sea, fue antes de asumir como ministro de Salud de Paco Pérez. Según el tribunal compuesto por los jueces Gonzalo Guiñazú, Rafael Escot y Diego Luverti consideró que el ex funcionario es inocente de culpa y cargo.
La denuncia fue impulsada por la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (Ampros). Roby estaba acusado por el delito de "autor prima facie penalmente responsable del delito de fraude a la administración pública" previsto y sancionado por el artículo 174 inciso 5 del Código Penal. El caso fue elevado a juicio por la jueza de Garantías Patricia Alonso, luego de considerar válidas las pruebas presentadas por el gremio de profesionales sanitarios al servicio del Estado.
Sin embargo, luego de varios días de juicio, la defensa Roby logró demostrar que no hubo fraude dentro de lo estricto de la legalidad y que fue confirmado por el fiscal de la causa Sebastián Capizzi.
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Capizzi había dicho que no había pruebas consistentes para condenar al médico traumatólogo porque tenía "un régimen especialísimo de trabajo". O sea, por ejemplo, Roby atendía en su consultorio privado a pacientes que llegaban enviados por el mismo gobierno.
El tribunal consideró en su sentencia que la querella tenía motivos para entablar la demanda y pedir la investigación por lo que no hizo caso al pedido de la defensa que se hiciera cargo de las costas en la producción de pruebas.