Lázaro Báez dijo que fue presionado para involucrar en hechos de corrupción a los Kirchner y que le ofrecieron reunirse con Garavano.
Lázaro Báez se despegó de hechos de corrupción y negó ser testaferro K
El empresario Lázaro Báez manifestó hoy que fue presionado por "el poder real" para involucrar con su declaración a la familia Kirchner en hechos de corrupción y aseguró que hasta le ofrecieron reunirse con el actual ministro de Justicia, Germán Garavano.
"Soy una víctima del poder real", dijo Báez en su primera declaración ante el Tribunal Oral Federal 4 en la causa por la "ruta del dinero k", en la que adelantó que no contestará preguntas.
Báez se reconoció como un empresario "emprendedor" y que le "armaron la causa porque no toleraron que un don nadie compita". Además, aclaró que siempre fue amigo de Néstor Kirchner, incluso antes de asumir como presidente de la Nación.
Por otra parte, subrayó que su detención se convirtió en un show al igual que las causas en su contra, todo con el objetivo de llevar adelante un "plan maestro, político y judicial".
El empresario procesado declaró que fue "utilizado" en "una campaña atroz" para "deshornar" a su familia, y "de un modo elíptico a la familia del ex presidente Néstor Kirchner".
La Agencia Federal de Inteligencia (AFI) "manipuló a todo el sistema" en un "esquema perverso", dirigido por "el propio presidente Mauricio Macri", dijo.
En ese contexto, aludió a presuntos ofrecimientos para convertirse en arrepentido a cambio de quedar libre, recuperar parte de sus bienes y dejar a sus cuatro hijos fuera de las acusaciones si se decía testaferro de los Kirchner, algo que no aceptó.
En su exposición, apuntó a jueces, fiscales, periodistas y funcionarios del macrismo. "Fui utilizado, con sólo decir Lázaro ya se sabe de quién se habla; convirtieron mi nombre en sinónimo coloquial de la palabra testaferro", se quejó.