La actual concejal de Las Heras, fue elegida en las últimas elecciones para ocupar una banca en la legislatura provincial. Qué la motiva a practicar esta danza y cómo se relaciona con su actividad política.
Paula Zelaya, la diputada mendocina que baila twerking
La diputada provincial electa Paula Zelaya baila twerking. Para muchos, esta danza y una carrera política seria no pueden conjugarse pero ella considera que es una actividad que se relaciona directamente con su parte más humana y que tiene hasta un trasfondo feminista.
La actual concejala de Las Heras sostiene: "Por más de que realicemos esta actividad no somos personas que estamos 24 horas atrás de un escritorio o con un traje puesto sentados en una banca, sino que hacemos un montón de actividades en el territorio y otras que no tienen que ver solo con eso. Somos personas que tenemos una vida personal y yo por ejemplo hago twerking como una actividad física".
Pero bailar twerking y ser concejal para algunos puede ser incompatible. Sin embargo, Zelaya afirme: "yo tengo muy claro cuál es mi rol dentro de la política laboralmente y qué es lo que hago con mi vida personal pero siempre existen las personas que te juzgan y sí me ha tocado toparme con algunos comentarios como '¿no te parece un poco loco lo que hacés para hacer política?' justamente porque la gente tiene la imagen del político de traje, sentado en una banca o en algún lugar serio, siempre muy acartonados y la verdad que se olvidan de la parte humana de los políticos y las políticas".
En su entorno político lo han recibido bien: "Cuando se enteran la mayoría pregunta de qué se trata. Algunos tienen algunas ideas, han visto algunos videos pero no saben muy bien qué es así que les explico de qué se trata, qué hacemos, cuál es la intención".
"El twerking es una danza criticada cuando no la conocen. La tildan de machista porque mostrás la cola bailando pero en realidad es todo lo contrario porque son mujeres bailando solas o en grupos que no tiene que ver con bailarle al hombre o seducir a un varón, justamente tiene que ver con explotar la sensualidad y la sexualidad de la mujer sola. No tiene que ver con provocar a un varón".
"El twerking no es machista porque rompe con estereotipos y con prejuicios".
La edil empezó hace tres años a practicar esta danza con la escuela Flow Altas Wachas que tiene filiales en distintas provincias del país. Esta danza ha tomado relevancia a nivel mundial recientemente, incluso la directora de la escuela, Estefanía Spark fue campeona mundial en Rusia 2018, pero es un ritmo poco conocido.
El entrenamiento físico es fundamental para dominar esta danza según comenta la legisladora electa: "Es una danza muy difícil, con movimientos muy específicos que requiere no solamente la disociación del cuerpo sino el entrenamiento. Nosotras corremos, hacemos abdominales".
Asegura que "hace referencia al empoderamiento de los cuerpos" ya que "al twerking lo bailamos las gordas, las flacas, las altas, las bajas, con celulitis, sin celulitis, con estrías, las negras, las blancas, es una danza que hermana, empoderadora de nuestros cuerpos. Hace que cada una tome conciencia de su propia sexualidad, de su propia sensualidad, de lo que es capaz, de sus propios límites físicos y trate de vencer esas limitaciones físicas que por ahí no pasa con otra actividad física".
"Por ahí en el gimnasio o en algún deporte decís, bueno, listo, no se puede. Si sos bajita básquet no, si sos gordita ponete en el arco. En twerking desde que yo empecé pasa exactamente lo contrario, te dicen, vos podés, podés más, de a poco lo vas a lograr y de a poco lo vas superando, especialmente barreras físicas", agregó.
"Siempre hice actividades relacionadas con el arte y sobre todo con la danza, desde muy chica, soy profesora de danzas árabes y nunca ejercí porque lo hice siempre como un hobby. Hice el profesorado porque era una formación más completa para poder bailar pero me he dedicado a bailar. También bailé salsa mucho tiempo, folclore, danza clásica, siempre acompañado con técnica clásica", relató.
La diputada electa comentó que siempre ha estado ligada al arte como una actividad para "desenchufarse". Además de la danza está aprendiendo a tocar la guitarra, a cantar y pinta con acuarelas.