El gobernador buscará presidir el bloque de diputados nacionales, y mantener la presidencia del partido.
El plan "A" de Cornejo con Alberto F. presidente
El escenario político cambió. Pero de la paliza que se veía venir, las elecciones terminaron configurando un triunfo claro de Alberto Fernández y a la vez, una derrota digna de Macri. Alberto F. llegó al 48,1 % de los votos y el presidente quedó lejos de la catástrofe que le pronosticaban, al reunir poco más del 40 % de los sufragios. Así, el próximo gobierno tendrá límites políticos en el Congreso y sociales de una porción de la sociedad que no le votó y estará vigilante. Deberá negociar, entonces, en el Congreso de la Nación.
El nuevo oficialismo tendrá mayoría en el Senado, pero en la Cámara de Diputados de la Nación, el kirchnerismo/PJ tendrán desde el 10 de diciembre 120 legisladores nacionales, contra 119 de Cambiemos. De estos últimos, 47 son los radicales. Y esa será la base desde la que operará el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, primer diputado de la lista de Juntos por el Cambio-Cambia Mendoza, que consiguió un triunfo muy amplio sobre el peronismo en nuestra provincia. La "dieron vuelta" respecto de las PASO del 11 de agosto.
La Cámara de Diputados de la Nación será una caja de resonancia muy importante en el nuevo escenario. El Frente de Todos que consagró como próximo presidente de la Nación no tendrá quórum propio. Tampoco Cambiemos. Ambos deben negociar con terceras fueras -bastante menguadas- para conseguir el quórum de 129 diputados para sesionar. Para las mayorías especiales, los acuerdos deberán ser mucho más amplios y entre las fuerzas mayoritarias. No sólo para la aprobación de las leyes, especialmente las que tengan que ver con la economía, sino en el trabajo en comisiones y en los organismos de control.
Y allí, en la configuración de una nueva oposición que se adivina potente, es donde Alfredo Cornejo busca aterrizar con fuerza. Lo primero será el trabajo para reunir las voluntades de la mayoría de los diputados nacionales de la UCR, donde el gobernador mendocino tiene influencia y predicamento, y poder encabezar el bloque. Pero también lo tiene Mario Negri, actual conductor del bloque radical pero también del Interbloque de Cambiemos. Negri viene de construir en Córdoba un amplio triunfo en las presidenciales y legislativas, aunque no pudo dar una pelea seria por la gobernación meses atrás. La diferencia entre Cornejo y Negri es el posicionamiento respecto de Macri. Negri fue un defensor acérrimo. Pero Cornejo criticó al presidente e incluso alguna vez le zamarreó con dureza en declaraciones periodísticas. Sólo cuando se aseguraron que Rodolfo Suarez era el nuevo gobernador electo, Cornejo se cargó a Macri al hombro y le hizo ganar en Mendoza con más del 50 % de los votos.
"Vamos a intentar dejar en el camino a Negri. Necesitamos una UCR con identidad partidaria más definida, y más protagonista" dicen voceros del gobernador, que hoy inicia una gira a China y Europa junto a su sucesor electo Rodolfo Suarez, funcionarios y empresarios. Vuelve el 15 de noviembre. Una de sus "manos derecha" de la política, el senador provincial electo Andrés "Peti" Lombardi, quedó a cargo de la "rosca". El plan es conseguir la presidencia de bloque de la UCR en la Cámara de Diputados de la Nación, que Negri mantenga el Interbloque... pero también retener la presidencia del Comité Nacional de la UCR. Esto último constituye una novedad forzada por el nuevo escenario. La definición de las autoridades partidarias de los radicales debe producirse en diciembre.
Por lo tanto, para afirmarse como el conductor o como uno de los conductores de la oposición, discutiendo el liderazgo de Macri como ex presidente, Cornejo necesitará antes de su propio partido.
Luego, todo dependerá de las circunstancias. El gobernador se ve así mismo con un protagonismo muy fuerte, pero cuyo rol definitivo dependerá también de Alberto Fernández. El presidente electo necesitará puentes y negociadores hacia la UCR, que mantiene gobernadores. Sobre todo, cuando las cosas entre el peronismo "moderado" de gobernadores que acordaron leyes incluso con Cambiemos en estos cuatro años, más Sergio Massa, más otros peronistas sueltos y racionales, comience a chocar de frente con un kirchnerismo que tarde o temprano mostrará su ADN. Ni bien se conocieron los resultados, fue la propia Cristina la que puso límites a la transición. Aunque ayer, los dirigentes kirchneristas que hablaron -como Agustín Rossi-. Buscaron mostrar a un kirchnerismo cívico y menos cerril. Esas contradicciones que el peronismo mantendrá en letargo mientras pueda, pueden ser la llave de Cornejo para comandar a una oposición responsable que sume gobernabilidad. Luego, habrá que ver. Falta un siglo para 2023.
Hay otra opción menos amable, para la que Cornejo imagina también una UCR fuerte. Sería el caso de verse empujados a ejercer una oposición feroz, sin descanso. Ello ocurrirá si el kirchnerismo avanza sobre Alberto Fernández y el nuevo gobierno "tiende" - por usar el concepto matemático de límite, que aplica a la política- a parecerse a regímenes de baja calidad democrática, como Venezuela o últimamente Bolivia, que acaba de atravesar unas elecciones cuestionadas por la OEA. Evo Morales se adjudicó el triunfo en primera vuelta. Ese país de gobierno "híper kirchnerizado", encontraría una oposición política muy dura con Cornejo al frente.
¿Tiene aliados el gobernador de Mendoza para el próximo tiempo político? Sí, el economista radical y ex ministro de Cristina Martín Lousteau, quien también es diputado nacional; pero también articulará con Horacio Rodríguez Larreta, el reelecto jefe del gobierno porteño. No parecería ingresar en las ecuaciones de Cornejo, una relación política intensa con el presidente que se va, Mauricio Macri.
Hay muchas incógnitas que dependen del escenario de las próximas semanas. Pero algo es seguro, Cornejo llega de nuevo al Congreso "jugando en primera", y sustentado por una impresionante saga de triunfos electorales frente al peronismo, enhebrados desde las legislativas de 2013.
Lo que ocurra a partir de ahora, cabe todo, en una Argentina que siempre nos da sorpresas.