Alrededor de la una de la madrugada, ya más de la mitad del anillo circundante al Monumental estaba cubierto de hinchas de River
Así festejaron los hinchas en el Monumental la clasificación a la final
Una multitud de hinchas riverplatenses se dio cita esta madrugada en derredor del estadio Monumental para recibir al plantel dirigido por Marcelo Gallardo, luego de lograr la clasificación a la final de la Copa Libertadores después de eliminar nuevamente a Boca Juniors.
Alrededor de 8.000 hinchas de River se habían reunido antes de que la delegación "millonaria" partiera rumbo a la Bombonera para jugar el segundo encuentro semifinal de la Copa, y cerca de 5.000 volvieron luego del partido para celebrar el objetivo cumplido.
Los jugadores riverplatenses, por razones de seguridad, demoraron la salida de la "Bombonera", por lo que se ducharon con suma tranquilidad y matizaron la espera hasta que se despejaran las adyacencias con una frugal cena en la zona de vestuarios.
Alrededor de la una de la madrugada, ya más de la mitad del anillo circundante al Monumental estaba cubierto de hinchas de River, donde sus autoridades habían organizado todo con mucha sincronización para que el eventual festejo se celebrara con normalidad.
"En el vestuario celebramos y nos felicitamos entre todos por esta clasificación", confió el colombiano Juan Fernando Quintero, que estuvo en el banco de suplentes pero no ingresó.
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"Muy feliz porque el partido se tornó feo por momentos, y cuando no se pudo jugar, lo sacamos adelante con mucho coraje", le agregó Lucas Martínez Quarta más palabras a la felicidad riverplatense, que formó un arco invisible entre la Bombonera y el Monumental, hasta que en plena madrugada se unieron en Núñez.
"Para nosotros fue un partido anormal por sus características, pero el sacrificio que hicimos lo matizamos con la tranquilidad de saber que lo íbamos a sacar adelante. Y personalmente creo que por izquierda formamos un buen tándem con Milton Casco", indicó finalmente el uruguayo Nicolás De la Cruz, refiriendo a su compañero, que salió anticipadamente de la cancha con una contractura en el muslo derecho.
El enfático "sííí, sííí", lanzado por el técnico Marcelo Gallardo cuando ingresó al vestuario visitante de la Bombonera, fue la más acabada muestra de la felicidad que vivieron jugadores y entrenador en esta semifinal, pero él reflejó su "hinchismo" poniendo las emociones a flor de piel, por otra final de Libertadores, pero, sobre todo, "por haber dejado otra vez afuera a Boca".