La decisión llegó después de que incendiaran un edificio de servicio eléctrico. Las protestas comenzaron por la suba del 3,5% en el boleto de subte.
Piñera decreta estado de emergencia en Chile y saca a los militares a la calle
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, confirmó durante la madrugada del sábado que el Gobierno decretó el estado de emergencia en Santiago, tras las fuertes protestas desatadas en la capital contra la subida del precio del billete del metro.
Los incidentes habían comenzado por la mañana en distintas estaciones del subte pero tras la clausura del servicio se trasladaron a las calles. La decisión llegó después de que los manifestantes incendiaran el edificio de Enel, la empresa de distribución eléctrica controlada por el mismo grupo empresario que en la Argentina tiene a Edesur.
"Frente a los graves y reiterados ataques y atentados contra las estaciones y las instalaciones del metro de Santiago, contra el orden público y la seguridad ciudadana (...) he decretado estado de emergencia en las provincias de Santiago y Chacabuco, y en las comunas de Puente Alto y San Bernardo, en la Región Metropolitana", dijo el mandatario.
Piñera se presentó ante la prensa en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo chileno, y explicó que el objetivo de esta medida es recuperar la normalidad que estuvo seriamente afectada este viernes en las calles de la capital chilena por protestas, disturbios, barricadas, incendios y saqueos.
"El objetivo de este estado de emergencia es muy simple pero muy profundo: asegurar el orden público, la tranquilidad de los habitantes de la ciudad de Santiago, proteger los bienes tanto públicos como privados y, por sobre todo, garantizar los derechos de todos", señaló el presidente.
Entre la tarde y la noche las protestas se recrudecieron en Santiago en numerosos puntos del área metropolitana, donde hubo saqueos a locales comerciales e incendios estaciones de metro y algunos autobuses del transporte público.
"Nuestros compatriotas que se han visto seriamente complicados por la acción de verdaderos delincuentes que no respetan a nada ni a nadie, que están dispuestos a destruir una institución tan necesaria como es el metro y que además no respetan los derechos ni las libertades de sus compatriotas", agregó el jefe del Ejecutivo chileno.