Según cifras del ministerio de Agricultura, hasta la fecha han muerto 34.000 animales debido a la falta de agua.
"Megasequía" en Chile: graves consecuencias de la mayor crisis del agua de los últimos 50 años
Hay una intensa sequía que golpea a Chile y que se arrastra desde hace al menos diez años. Sin embargo, esta temporada, ha sido la más brutal.
En la ciudad de Santiago, por ejemplo, sólo ha caído 81 mm de precipitaciones en lo que va del año, lo que representa un déficit del 75% según la Dirección Meteorológica de Chile.
En Valparaíso, han caído 82 mm mientras lo "normal a la fecha" es de 397 mm.
El mismo escenario se repite en diversas áreas afectadas por la sequía, con déficit de más del 85% en ciudades como La Serena, en el norte del país.
Y el pronóstico no es alentador, ya que si bien recién está comenzando la temporada primavera-verano y las temperaturas, en el centro de Chile, ya están superando los 30 ºC.
De acuerdo con el gobierno chileno y expertos, esta es la crisis hídrica más profunda desde 1968.
La escasez de lluvias ha provocado un colapso en los sistemas de riego de diversas provincias a lo largo de Chile, e incluso, miles de personas han tenido que ser abastecidas de agua a través de camiones aljibes, informó la BBC.
Pero quizás el número más desolador que hasta el momento está dejando esta "megasequía" -como hoy se la conoce en Chile-, es el que da relación con los animales muertos: hasta la fecha son 34.000.
Según el ministerio de Agricultura, también hay 470.000 cabezas de ganado caprino, 170.000 de bovino y 150.000 de ovino que están en "mal estado", es decir, los animales están desnutridos y débiles.
La situación es aún peor si se considera que, con el ganado flaco, los precios por animal bajaron abruptamente mientras el valor del pasto (o forraje) para alimentarlos, se ha disparado.
La apicultura (crianza de abejas) también se ha visto gravemente afectada. La escasez de agua ha provocado que en muchos lugares no estén floreciendo los árboles como debieran hacerlo según su ciclo natural y, por lo tanto, no se está originando el néctar necesario para las abejas.