Ramón: "Peronistas y radicales se olvidaron del pueblo"

Candidato a gobernador por Protectora. Qué piensa. De dónde viene. Qué promete.

Ramón: "Peronistas y radicales se olvidaron del pueblo"

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

Es bastante distinto el José Luis Ramón reflexivo, en una charla, que el "otro" Ramón, el del megáfono, los bocinazos, o las hábiles chicanas que desacomodan a sus colegas candidatos en los debates. Vale la pena la conversación.

Qué promete, cómo se formó, qué piensa de peronistas y radicales. Las ideas básicas de consenso, el ítem aula, la producción y el trabajo. Es el "tercero en discordia" en la elección de este domingo, en Mendoza.

- ¿Cómo fue tu juventud, tu adolescencia en Palmira?

- Amo Palmira... Tengo el recuerdo de verlo a papá, aprendí de verlo pintando a la cal, y el piso de color verde como si fuese césped. Usaba una pintura opaca, para pisos. Pintaba en setiembre. Al fondo había una churrasquera. La casa la construyeron ellos. Es muy fuerte... eran dos viejos laburantes... imagínate que mamá venía de 13 hermanos... Hasta me da dolor en el pecho recordarlo...

- El sacrificio de nuestros padres, de nuestra generación, fue muy fuerte...

- Y sí... los viejos querían que estudiara... la preocupación era muy grande... empezaban los ochenta y se venía la desocupación en el ferrocarril. Cuando les dije que quería ser abogado, no había cómo bancar la parada. Así es que me vine a vivir a la ciudad, a Mendoza, solo. Fui a dar una pensión en la calle Emilio Civit.

- ¿Ahí conociste a Mario Vadillo?

- No. A Mario lo conocí el primer día de clases en la Universidad de Mendoza. Yo andaba en alpargatas... Y no se podía... había que entrar con zapatos, y no nos dejaron pasar... a él tampoco... (risas). Ahí nació nuestra amistad.


- ¡Excluidos desde el primer día!

- Vos reíte... pero eso marcó el tipo de abogados que íbamos a ser. Después Mario se fue a Córdoba... Yo conseguí media beca... La cuota costaba más o menos unos cien dólares, era muy cara... Trabajaba en la cosecha, además. El que no nos dejaba entrar en alpargatas era un señor Pereyra... durísimo... y después, me ayudó a conseguir la media beca y así pude estudiar.

- Derecho a comprarte zapatos...

- ¡Por supuesto! En una zapatería de Palmira donde había calzado barato... que no me duraba nada, porque en esa época trabajaba de mozo, en Pantagruel. ¡Lo que caminaba! Me salieron hasta juanetes. Don Ramón y Matilde se volvían locos... no entendían qué estaba haciendo.

- Pantagruel fue muy conocida...

- Sí, frente al diario Los Andes. El dueño era mecenas de artistas, de apellido Castillo. Me enseñaba el oficio, a bandejear. El viejo pagaba muy bien, ganábamos muy bien y un porcentaje de lo que se vendía. De modo que no despachábamos sólo la especial... La "Margarita" que estaba de moda... la "rellena" que empezaba a aparecer y que era carísima... El que compraba la rellena, dejaba un montón de plata. Repartíamos la propina entre todos los mozos. Con algunos, tengo relación.

- ¿Te tocó atender en aquella época a algún personaje político?

- Sí... Me acuerdo del intendente motoquero de Godoy Cruz, Rubén Montemayor... También alguna vez a Bonifacio Cejuela, que había sido gobernador de facto. No era santo de mi devoción... yo era radical...

- ¿En serio tenés corazón radical? Te hacía más peronista...

- Noooooo... fui afiliado radical hasta el año pasado, cuando me afilié a Protectora. A ver... en esa época, en la pensión había un grupo grande con los que hablábamos de política. Y había un libro que me marcó mucho, de Rodolfo Terragno. "La Argentina del Siglo XXI"

- Bueno... ese libro fue fundacional...

- Sí... Y hablaba de cómo hacer para subirnos al barco del futuro, del Siglo XXI... fue uno de los mensajes de Alfonsín en Parque Norte, en 1985.

- Me cuesta decidir si sos conservador o liberal...

- Mis amigos me dicen "peroganso". La justicia social, para mi es esencial. Lo mismo la educación, la matriz productiva. Todo entrelazado... El consumidor. Cuando "liquidás" al consumidor, estás matando toda la cadena... el consumidor, la pyme productor o comercial... todo. Y a ese 70 % que vive del salario. Por eso tiene que haber dos grandes entes, que regulen y donde no se "concilie" ni el consumo, ni el laburo. Cuando vos sometés a mediación esto... el que pierde es el laburante, porque es el que tiene menos poder económico. El que tiene poder, gana.


- Bueno... las oficinas de conciliación laboral que creó Cornejo fueron de una gran utilidad para que los trabajadores despedidos cobren...

- Son pésimas. Eso ha logrado que una persona a la que le tenían que pagar cien mil pesos, cobre 20.000. La audiencia de conciliación se puede pedir siempre en cualquier momento. Sea consumidor, o trabajador. Pero si arrancás "conciliando" ya sabés que vas a cobrar menos. Los sindicatos deben recuperar ese poder, el de defensa del trabajador sin someterlo a estas cosas. El derecho laboral debe seguir su camino de respeto por el derecho de los trabajadores.

- Los cuatro candidatos, hasta Noelia Barbeito, hablan de la producción, de la matriz productiva... cada uno con sus ideas. Pero nadie dice claramente cómo vamos a hacer con un 30 % de pobreza, excluida, con el desempeño en crecimiento. ¿Cómo se hace para incluir a estas personas?

- En las condiciones actuales de planificación económica de la provincia es imposible. Llevamos casi diez años de recesión. Se acentuó la gran concentración de dinero en unos pocos...

- ¿Seguro? ¿Quiénes son? Cada vez que escucho "concentración" me suena a humo. No creo que haya diez tipos de Mendoza que se quedan con todo y no le dan trabajo a la gente. ¿Quiénes son? ¿Los que se quedaron con Pescarmona, los medios? ¿Quién? Esa gente da laburo...

- No... lo que está concentrado es la vitivinicultura. No hay defensa de la competencia. Lo único que hay es Peñaflor y Fecovita, que agrupa a unos 5.000 de los 15.000 productores que quedaron. En mi libro está el plan. Fecovita, el resto de las cooperativas, tienen que armar una entidad de segundo grado con el Estado, y hacer una verdadera dirección de cooperativas, que equilibre a los grandes como Peñaflor, y que controle... porque el "trucherío" que ha habido en las cooperativas ha sido enorme.

- Bueno... está bien... hacemos la o las súper cooperativas del vino, unas entidades grandes... ahora... ¿Cómo hacemos para que el vino se venda, para que la gente tome vino? Somos el país productor de vino menos internacionalizado del mundo, exportamos sólo el 20 % de nuestra producción, y hemos perdido en 40 años el 75 % del mercado interno.

- Hoy, la economía de la concentración es de gran escala y ahoga a parte de la industria. La vitivinicultura no está agotada para dar trabajo. Faltan integra a un montón de pequeños productores. Hay que hacer crecer la demanda, y la oferta.

- Me cuesta diferenciar a este Ramón, que reflexiona, con el del megáfono y las bocinas en la calle...

- La comunicación tiene que ser "cara a cara". Después, hay estilos. Es tan grande el divorcio que hay entre la gente, y la clase política, que es muy difícil estar en la calle. La cantidad de personas que se acercan a decirte que no tienen plata, trabajo, que tienen problemas... vas a los hospitales públicos y están colapsados. Eso es por la crisis social, que nos pega muy fuerte porque no hay trabajo. Los productores están abandonando las fincas...

- Es así... pero Mendoza necesita hacer más cosas... el agro mismo debe diversificarse...

- Sí, pero no puede ser la opción, la dicotomía... "Matriz agro ganadera" o "matriz extractiva".

- ¿Por qué no querés que se haga minería?

- ¡Si quiero! ¡Quiero que se haga todo! Pero es una cuestión de prioridades. La matriz del agro es la que hizo grande a Mendoza, y hay que seguir apostando. El Estado puede lograr que esto mejore, que se venda más, que se exporte más. Mirá... me fui a los pozos del sur, donde se autorizó el fracking. Bien "a lo Ramón", con el megáfono. Fui a preguntar... "Che... dónde anda el mendocino..." y nadie se daba vuelta, porque son todos de otras provincias. No hay empresas mendocinas... son todos de Neuquén, con empleados de Neuquén...

- ¿Por qué le vas a pedir a las empresas mendocinas que tengan súper ingenieros expertos en fractura hidráulica, si acá hasta hace poco no se podía hacer y los ambientalistas resisten todo?

- ¡No me hables de los ambientalistas! Son un desastre y se los digo públicamente. Fui a Alvear a una de las asambleas del agua y termine asqueado de cómo peleaban entre ellos, e incluso uno me maltrató bastante. ¿De qué estamos hablando? El ambientalista de verdad cree que el agua, el petróleo, el gas, son nuestros... y quiere establecer la forma de explotación...

- ¿Tenés 300 personas para gobernar Mendoza?

- (silencio) No... ahora no. Y el que diga que los tiene, miente. Te lo digo de verdad... sí tengo una cantidad de personas que pueden ser las cabezas de la transformación de Mendoza. Pero no los 300. Hay que ser honesto... es muy difícil... insisto... el que dice que los tiene ahora, antes de la elección, miente. Porque parte de esos 300 están en el gobierno, otros son del peronismo... A ver... cuando preguntes cuales son las primeras medidas de mi gobierno...

- ¿Y cuáles son?

- Lo primero es la declaración de la emergencia alimentaria. Lo segundo, una emergencia habitacional. Lo tercero es ir a una carpintería, buscar una mesa que seguro debe existir, ponerla en la Casa de Gobierno, y sentarnos en serio los dirigentes de las fuerzas políticas a acordar cuatro cosas. Pero en serio, no de "boquilla". Son las dos emergencias con todas las medidas que acarrean, acordar siempre como una misión permanente... y crear las condiciones para dar trabajo. Priorizar... Por ejemplo, a ver... en el apuro por generar asfalto... en la rotonda del avión... hay un peralte mal hecho... una inauguración apresurada... El asfalto se toca, pero yo sé lo que es una heladera vacía. Que no es sólo eso, sino todo lo de alrededor... la depresión de esa familia.

- ¿Qué opinión tenés de Cornejo?

- Más allá de las diferencias o de las características personales, creo que es un político impecable. De alta calidad. Una gran capacidad de gestión.

- ¿Qué mantendrías? ¿Qué harías con el Ítem aula?

- El Ítem aula tiene que desaparecer...

- ¿No estás haciendo demagogia para los docentes?

- De ninguna manera. Empecemos por el origen. Fui docente hasta el 2017 en que asumí como diputado. En la escuela Cervera, donde daba clases, un establecimiento "áspero", había dos o tres vivillos que hacían la "trampa" y abusaban de los certificados. Pero el gobernador, y el director de escuelas, al poner el ítem aula están reconociendo el fracaso en controlar a un puñadito de tramposos. Lo que hay que hacer en educación es extender la jornada. Y el docente no puede ir con el "talero" amenazándole para ir a clases. Tienen que ir contento, porque tiene las condiciones para desarrollarse y dar sus clases. La educación de Sarmiento fue exitosa porque levantó el nivel desde abajo hacia arriba. Eso es lo "grosso". Lo otro, el ítem aula, es someter al gremio y al docente a una planillita de Excel. Para hacer caso a las disposiciones del gobernador. De hecho, lo logró, y lo admiro por eso. Pero eso no es levantar el estándar de calidad. Las pruebas "Aprender" demuestran que a Mendoza le va mal en educación. Si nuestros pibes de escuela pública que son entre el 70 % y el 80 % de la matrícula según el nivel, no tienen un sistema que este entrelazado con nuestras pymes, con nuestra industria, con nuestra matriz productiva, estamos "cocinados". No hay manera. No hago demagogia. Sí sé de dónde vengo. Hay que gobernar para el pueblo, para los emprendedores de la familia.

- Tenés corazón radical, pero apoyás intendentes peronistas.

- Es verdad. He apoyado a Roberto Righi, a la persona. A Flor Destéfanis y a Débora Quiroga en Santa Rosa, a Gabriela Lizana en Rivadavia. Porque están peleando por su pueblo. Los justicialistas y los radicales se han olvidado del pueblo. ¿Qué hace Cornejo en la publicidad nacional, con Macri? Eso, un radical, no lo hace... te lo dice un radical.

- ¿Si ganás?

- Cumplo con toda la plataforma que está en este libro (*)

- ¿Si perdés?

- Cuenten conmigo para los consensos. Pero no para sumarme a otras fuerzas políticas.