Farrokh Bulsara nació en Zanzíbar. Después eligió el nombre artístico de Freddie Mercury. Fue el rey absoluto del rock y del pop.
Un día como hoy nacía en Tanzania Farrokh Bulsara, el chico que llegó a rey
El 5 de septiembre de 1946, en la ciudad de Stone Town en la isla de Unguja, Zanzíbar, nacía Farrokh Bulsara.
Zanzibar en aquel momento era un protectorado británico y un territorio con una enorme diversidad étnica.
La familia de Farrokh era parsi, descendiente de los persas, y el padre se trabajaba en la Secretaria de Estado para las colonias.
Farrokh fue enviado con 7 años a lo de su abuela a India, para estudiar en la St. Peter' School, un internado británico donde al chico empezaron a llamarlo Freddie.
En ese lugar estudió y aprendió música.
Freddie volvió a Zanzíbar en 1962, pero dos años después Zanzíbar se puso violento, hubo una revolución y la familia emigró a Reino Unido.
La familia Bulsara se trasladó a Middlesex en 1964 y desde allí Freddie se incorporó a una banda de blues llamada Wreckage, mientras estudiaba cursos de diseño gráfico en el Ealing College of Art.
Cuando cantaba en Wreckage, un compañero de estudios presentó a Freddie con Roger Taylor y Brian May, fundadores de un grupo llamado Smile. Smile mutó a Queen cuando Freddie se unió a Roger y Brian como vocalista.
El último en sumarse a los integrantes de la banda, que permanecieron juntos durante los próximos veinte años, fue el bajista John Deacon, quien lo hizo el 1º de marzo de 1971.
El resto es historia del rock. EMI Records y Elektra Records firmaron con la banda y en 1973 su álbum debut Queen fue lanzado y aclamado como una de las novedades más interesantes en la música rock.
El inmortal simple de cariz operístico Bohemian Rhapsody fue lanzado en 1975 y avanzó hacia la cima de las listas británicas, donde permaneció 9 semanas.
Una canción que casi no fue publicada debido a su duración y estilo inusual, pero que Freddie insistió que iba a ser reproducida, se transformó en un éxito reconocible instantáneamente. Para entonces, el talento único de Freddie era cada vez más evidente, una voz con un rango notable y una presencia escénica que le dio a Queen su personalidad impredecible, extravagante y colorida.