Entre el Amazonas, los glaciares que mueren, el calentamiento global y la catarata de malas noticias hay gente que cree que el mundo tal como lo conocemos acaba. Mirá cómo construyen los millonarios para salvarse.
Videos: furor por búnkeres de lujo para esperar el Apocalipsis
La demanda de búnkeres de lujo crece al ritmo de las malas noticias: calentamiento global, extinción de abejas, glaciares que mueren y selvas como el Amazonas que se queman.
Como suele ocurrir en toda crisis, se salvan los millonarios. Muchos están comprando estas construcciones super confortables para no morir en caso de que el mundo tal como lo conocemos estalle.
Son auténticas mansiones de lujo a prueba de Guerras Mundiales, bombas atómicas, impacto de meteoritos, pandemias o invasiones extraterrestres.
Gary Lynch, gerente general de Rising S Company, con sede en Texas, dice que las ventas de 2016 para sus búnkeres subterráneos personalizados de alta gama crecieron un 700% en comparación con 2015, mientras que las ventas generales han crecido un 300% desde las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos.
Los arquitectos y diseñadores de búnkeres adquieren refugios comunitarios militares en desuso y desarmados y silos de misiles norteamericanos y soviéticos y hacen sus creaciones sobre esas estructuras.
Las estructuras están equipadas con sistemas de energía, sistemas de purificación de agua, válvulas de explosión y filtración de aire Nuclear-Biológica-Química (NBC).
La mayoría incluye alimentos por un año para una familia y jardines hidropónicos para complementar las raciones.
Hay empresas que ofrecen incluso entrenamiento para que grupos reducidos aprendan a convivir y a sobrevivir en caso de que afuera de la comunidad todo esté hecho trizas.
Por ejemplo la empresa VivosxPoint, en Dakota del Sur, convirtió 575 búnkeres militares en un complejo exclusivo de viviendas capaz de albergar a una comunidad de 5.000 vecinos.
El precio de la vivienda varía en función de las particulares del diseño de las mismas. Algunas son minimalistas, otras más tecnológicas, los acabados de alta gama también disparan el precio. Suele oscilar entre 25.000 y 200.000 dólares por persona.
El complejo imita la distribución de un pueblo: tiene teatro comunitario, colegio, jardines hidropónicos, una clínica médica, spa y un gimnasio.
Alemania y su Arca de Noé
La constructora alemana Vivos Europa One bautizó a su proyecto Arca de Noé: tiene 34 residencias privadas, cada una a partir de 232 m2, con la opción de agregar un segundo departamento para disfrutar de un total de 464 m2.
Cada cliente tiene su búnker, pero hay un espacio común con restaurantes a teatros, cafeterías, piletas y áreas de juego.
Condominio de supervivencia en Kansas
En Kansas se aprovecharon dos silos de misiles Atlas abandonados. Los construyó el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU. en 1960.
El Survival Condo se adapta a distintos tipos de vivienda: desde apartamentos de 83 m2 a un "penthouse" de dos pisos que suman 330 m2. La residencia más barata de esta comunidad cuesta 5 millones de euros.
Los propietarios de estas viviendas pueden alojarse en su búnker cuando lo deseen sin necesidad de que ese momento coincida con el del fin del mundo. En el momento en el que cierran la compra pueden disfrutar tanto de su vivienda como de la piscina, de la tienda, el teatro, el bar y la biblioteca.
El búnker checo que es lujo y glamour
The Oppidum en la República Checa se publicita como "el búnker de lujo más grande del mundo". Se construyó en secreto durante 10 años a partir de 1984, era un proyecto común de la ex Checoslovakia y la antigua Unión Soviética.
La mansión "anticatástrofe" se adaptará a las necesidades y caprichos de su propietario porque, tratándose de una vivienda a largo plazo, prima que quien la habite se sienta cómodo. El complejo tiene jardín subterráneo, piscina, spa, cine y bodega.