La carismática conductora relató cómo fue su infancia y los consejos que le dio su mamá para llegar a ser quien es actualmente.
Lizy Tagliani: "No nací en el cuerpo equivocado"
Lizy Tagliani contó su historia de vida muchas veces en televisión, pero esta vez en "PH, Podemos Hablar", la conductora dio nuevos detalles del duro proceso que tuvo que atravesar para su autoaceptación, algo que logró gracias a los consejos de su madre.
"Yo no sé no respetar al otro, porque para mi mamá el respeto era palabra santa", expresó ante el conductor Andy Kusnetzoff y el resto de los invitados.
"Si por ejemplo venía Denise (por Denise Dumas, quién estaba a su lado) y decían, 'Te presento a Roberto', era Roberto. Si yo me atrevía a cuestionar eso porque tenía pollera puesta, ella me daba un sopapo", agregó.
Con esa premisa como verdad, Lizy contó que su madre le enseñó a que se haga respetar. "Los pibes del barrio me decían maricón, trolo, de todo... Yo venía llorando a contarle y ella me preguntaba, '¿Vos querés ser mujer? Entonces volvé y los vas a convencer de que sos mujer. Sino te fajan ellos, cuándo vuelvas te fajo yo'", reveló. "Siempre volvía después de convencerlos".
"Ella todo el tiempo hacía eso, y fue así que me di cuenta que tenía que trabajar en mí aceptación, porque si no lo hacía yo, no lo iba a hacer nadie", aseguró antes de relatar un momento clave de su infancia. "Un día volví del colegio contenta a casa y le conté, 'Mamá, me dijo mi amiga Mónica que me acepta como soy'. En ese entonces me hacía llamar Luisina. Ella me miro y me contestó, 'Quién es Mónica para aceptarte, ¿Ella te preguntó si vos la aceptabas?'. Ahí empecé a cambiar la cabeza y a entender que tenía que forjar mi propio destino".
Luego, la conductora de "El precio justo" relató que ssumir su historia y quién era la llevó a tener la seguridad que tiene hoy. "No nací en el cuerpo equivocado, sino en el que tenía que nacer, y sabía que tenía que pelear por eso, por lo que quería ser. Sabía también que tenía que respetar al otro, nunca fue una carga para mí, me reconozco frente al espejo, no tengo ningún tipo de trauma".
"Para mí todo esto sigue siendo como un sueño, no lo vivo como una realidad. Yo se que está la energía de mi mamá presente, pero que no me pueda ver es un dolor muy grande".