La atención se concentra en los departamentos que elegirán intendente en 16 días. Pero el candidato presidencial más votado quiere desbancar al radicalismo en nuestra provincia. Qué hace Anabel Fernández Sagasti.
Qué hará Fernández para intentar derrotar a Cornejo en Mendoza
Alfredo Cornejo ya fue a San Rafael y San Martín y hoy estuvo en Tunuyán como principal referente oficialista en Mendoza. Lo vienen secundando en estas giras su compañera de lista de diputados nacionales, Jimena Latorre y su candidato a sucederlo, Rodolfo Suarez.
El gobernador ha diagramado su agenda por hito electoral y la próxima estación es el 1 de septiembre cuando se elijan intendentes y concejales de los cuatro departamentos gobernados por el peronismo y donde cada jefe territorial pretende la reelección.
Ellos son: Roberto Righi de Lavalle, Emir Félix de San Rafael, Jorge Giménez de San Martín y Martín Aveiro de Tunuyán.
La particularidad de esta pequeña campaña acotada es que las elecciones comunales están afectadas por el contagio de las PASO nacionales -que marcaron al país por los sacudones económicos-.
En este tiempo se encuentra a Cornejo movilizado en su triple papel de mandatario, presidente de la UCR nacional y referente todo terreno para encabezar las campañas. Ahora está en busca de los votos en esos territorios de intendentes peronistas, pero pensando en no perder la dinámica para las elecciones provinciales del 29 de septiembre.
Campaña sanmartiniana
La triunfante dupla de Alberto y Cristina Fernández domina el escenario nacional. En distintas y respectivas ocasiones, se presentaron en San Martín, el terruño donde se da una pulseada fuerte porque Cornejo intentará pegar un salto para ganar con el médico Juan Rufeil.
La tendencia en ese municipio cabecera de Zona Este se dio vuelta en la elección PASO nacional. Allí la fórmula Fernández-Fernández le sacó una ventaja de 14 puntos a la dupla oficialista Mauricio Macri- Miguel Pichetto.
Ahí está el principal objetivo de Cornejo y el desafío en que se ha transformado la candidata a gobernadora kirchnerista, Anabel Fernández Sagasti.
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En este cuadro de situación los desembarcos en San Martín de los Fernández -en distintos momentos y siempre llevando de la mano a joven mendocina K-, dieron sus frutos.
Y el principal beneficiario es Giménez que se presiente ganador para su elección de pago chico. Por eso decidió suspender las inauguraciones municipales y en especial el edificio de la biblioteca Ricardo Rojas el jueves mismo en que hacía una serie de inauguraciones el gobernador en el departamento. Y el día anterior el intendente anunció por Twitter la suspensión de todos los actos de gobierno municipal para después de las elecciones departamentales.
En charlas reservadas Giménez, comparte un archivo guardado en su celular. Es una encuesta provincial, recientemente elaborada, donde él gana en San Martín y Fernández Sagasti en Mendoza por 5 puntos en ambos casos.
Ana no duerme
En el mismo plan de beneficios políticos y electorales está Anabel Fernández Sagasti, la subsidiaria de esta ola K y que ahora apuesta al crecimiento del "voto contagio" que se ha ido propagando como una tendencia.
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Para este tiempo se da por sentado que Alberto Fernández tiene dos prioridades concretas en este proceso, más allá de la elección general nacional que disputará en octubre.
El presidenciable más influyente de este momento de inestabilidad económica quiere que el peronismo se imponga en CABA con Matías Lammens, y que ocurra lo mismo en Mendoza con Fernández Sagasti.
Desde el entorno de la candidata dan fe que reciben todo el apoyo desde el bunker central del kirchnerismo y se han ajustados a comportamientos uniformes cumpliendo con una estrategia en común.
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Y se trata precisamente de hacer silencio en medio de los crujidos que produjo el triunfo peronista poco celebrado, justamente por el agravamiento de la crisis que ese resultado impuso. Como una paradoja bien argenta.
O sea, fue un voto al peronismo para rechazar la política económica de Macri. La inflación y la recesión que soportan los mismos votantes determinó el urnazo. Esa decisión popular produjo más crisis.
Por eso el silencio peronista en campaña resulta disonante con respecto a los actos del gobernador que se despliega por el territorio, dando pelea por cada voto que le permita mantener la provincia.
De todos modos tanto Alberto como Cristina tienen en carpeta regresar a Mendoza en momentos estratégicos antes de las votaciones provinciales para potenciar al máximo la candidatura de AFS.
Así se va terminando la semana posterior a la elección que precipitó todo en el país. Fue un paso que aceleró un proceso que debería haberse decantado 77 días después, el 27 de octubre cuando vayamos a votar las elecciones generales con Alberto Fernández como favorito.