El Presidente de Brasil volvió a referirse a la fuerza política que el domingo pasado derrotó en las PASO al presidente Mauricio Macri.
Para Bolsonaro, Argentina está en el caos por "delincuentes de izquierda"
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este miércoles que Argentina "está sumergida en el caos porque delincuentes de la izquierda comenzaron a volver al poder", en una nueva declaración tras la victoria del candidato opositor Alberto Fernández en las PASO, a quien le respondió luego de que este le dijera "racista, misógino y violento".
En uno de los discursos más encendidos de los últimos días, Bolsonaro apuntó también al frente interno al afirmar que "va a barrer a los rojos de Brasil", a los que calificó como "caca", mientras que cientos miles de mujeres campesinas lo repudiaron en Brasilia, en la llamada Marcha de las Margaritas.
"Vean lo que pasa en Argentina, está sumergida en el caos, Argentina comenzó a transitar el rumbo de Venezuela porque en las elecciones primarias delincuentes de izquierda comenzaron a volver al poder", dijo Bolsonaro, quien apoya la reelección del presidente Mauricio Macri.
El lunes, tras las Paso argentinas, Bolsonaro había dicho que con una eventual victoria de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner Brasil podría convertirse en un lugar donde podrían migrar los argentinos y equiparó la situación a la vivida en Roraima, norte amazónico que recibe a refugiados venezolanos.
Bolsonaro estuvo en el estado de Piauí, que forma parte de la región noreste, gobernada por gobernadores opositores, a quienes les dedicó insultos de cuño racista el mes pasado.
Hoy fue saludado en el municipio de Parnaiba por el gobernador de Piaú, Wellington Dias, del opositor Partido de los Trabajadores, en forma protocolar.
Bolsonaro llegó a Parnaiba porque una escuela técnica dependiente del municipio fue bautizada con su nombre por parte del alcalde del lugar, llamado Mao Santa, del Movimiento de la Democracia Brasileña del ex presidente Michel Temer.
"Brasil -siguió Bolsonaro ante unas 200 personas- es un pueblo que ama la democracia y no vive sin libertad y esa gente de la izquierda siempre quiso robar nuestra libertad. No admitiremos eso, nuestra libsertad vale más que nuestra vida".
Bolsonaro repitió una amenaza a la oposición como ya lo había hecho una semana antes de ser electo en el balotaje octubre de 2018. "La cada de este país es esa raza de corruptos y comunistas. En las proximas elecciones vamos a barrer a esa banda de rojos de Brasil. Voy a mandarlos a Venezuela o más al norte, a Cuba, que debe ser muy bueno para ellos", advirtió.
Bolsonaro pidió "perdón a las otras religiones" y sostuvo que este país es "cristiano", pese a que la Constitución Federal de 1988 indica que Brasil es laico.
El presidente busca llevar un discurso antiizqueridsta al noreste, bastión del detenido ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde abril de 2018 en la Operación Lava Jato cuya situación debería ser tratada a partir del viernes por el Supremo Tribunal Federal, que recibió un habeas corpus para pedir la anulación de la sentencia por imparcialidad.
En Brasilia, unas 100.000 mujeres campesinas participaron de la Marcha de las Margaritas, la protesta que se realiza cada cuatro años con trabajadoras del campo para realizar reclamos y reivindicaciones.
La denuncia contra el plan económico del gobierno de Bolsonaro fue la constante del encuentro de mujeres campesinas más grande de América Latina en la capital brasileña.
Según la coordinadora de la marcha, Mazé Morais, de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Agricultura (Contag), el proyecto defendido es el feminista y el agroecológico.
"El sistema capitalista y sexista actual reproduce profundas desigualdades y se profundiza con un gobierno de extrema derecha con un modelo económico neoliberal", sostuvo.