Desde Irrigación afirman con preocupación que todos los valores de acumulación de nieve en Mendoza se encuentran por debajo del 50% de la media histórica.
La acumulación de nieve es la más baja de los últimos 20 años en Mendoza
Las falta de precipitaciones níveas no solo es motivo de preocupación en el sector turístico que por estos días transita el punto más fuerte de la temporada invernal, también es uno de los principales temas para quienes se encargan de monitorear la acumulación nívea en las zonas que luego alimentan las principales cuencas hidrográficas de la provincia. Es que los registros que reflejan las en las estaciones de la red hidronivometeorológica del Departamento General de Irrigación no son para nada alentadores y muestran que los niveles de esta temporada son los más bajos de los últimos 20 años.
Rubén Villodas, director de Gestión Hídrica de la DGI, dijo a este diario que hasta el momento la situación es mala y que hay menos de la mitad de nieve que normalmente se debería acumular en esta época del año. Una realidad que cualquiera que visite la zona de alta montaña puede comprobar.
Según datos del último informe hidronivometeorológico de la DGI en ninguna de las estaciones (Horcones, Toscas Santa Clara, Palomares, Salinillas, Diamante, Atuel, Valle Hermoso y Malargüe) la acumulación de nieve llega al 50% de la media histórica.
Si bien las precipitaciones importantes habitualmente se producen durante en la segunda quincena de julio y el mes de agosto, los especialistas estiman que esta temporada no llegará ni siquiera a estar dentro de los valores medios de acumulación y que si eso ocurre sería una sorpresa. La baja cantidad de precipitaciones también tendrá un efecto perjudicial sobre en las reservas hídricas de la provincia ya que los ríos no contaran el caudal suficiente para poder llenar la capacidad total de los embalses.
En ese sentido Rubén Villodas dijo que las mediciones en el sur provincial son algo mejor que en la cuenca norte, que incluye los ríos Mendoza y Tunuyán, pero que en ninguno de los dos casos la nieve acumulada llega a la mitad de la que debería haber en esta época del año. En ese sentido agregó que la situación se ha vuelto muy complicada porque la provincia lleva diez años consecutivos con este problema y que ello obligará a iniciar la temporada de riego con menos volumen acumulado del esperado y a programar con muchísima exactitud todo el sistema de riego.
La influencia de El Niño, fenómeno climático que se origina a partir de variaciones de temperaturas en el Océano Pacífico a la altura de Perú, es uno de los factores que explica la falta de precipitaciones níveas en la cordillera mendocina. Al respecto Villodas explicó que cuando esas variaciones de temperatura superan en más de medio grado la media histórica "El Niño" generalmente provoca precipitaciones de nieve en la provincia. Contrariamente, cuando la variación es de más de un grado por debajo de la media se produce la fase Niña que provoca sequías en la zona.
Finalmente el especialista advirtió que actualmente estamos saliendo de una "fase Niño muy débil" que no tendrá mayores efectos sobre las precipitaciones por lo cual se espera que la crisis hídrica se extienda un año más.