"Estoy loco, soy un enfermo mental, escucho voces, soy un esquizofrénico, les pido por favor, hagan algo, en la celda me tiran agua, me quieren atacar, escucho voces y todas me quieren matar", clamó Pereg.
Gil Pereg asegura que escucha voces y que va a suicidarse
Nicolás Gil Pereg, el israelí de 36 años acusado de asesinar a su madre y su tía en su casa en Guaymallén, volvió a solicitar en una audiencia ante la Justicia que lo internen en un neuropsiquiátrico. Ante los jueces, pidió clemencia, lloró y aseguró en tres ocasiones que se iba a suicidar.
"Me voy a suicidar, quiera o no quiera, pueda o no pueda. Encerrado como una bestia y sin mis gatos, mi familia, lo haré aun contra mi voluntad. Me robaron una fortuna, pero ni eso me importa", expresó.
"Estoy loco, soy un enfermo mental, escucho voces, soy un esquizofrénico, les pido por favor, hagan algo, en la celda me tiran agua, me quieren atacar, escucho voces y todas me quieren matar", clamó Pereg.
El israelí se presentó en la audiencia sucio, con las mismas bermudas que usa siempre y mal olor: se resiste a bañarse ya que asegura que el agua le hace mal, como a los gatos.
Mientras tanto, Maximiliano Legrand, abogado de Gil Pereg, afirmó: "En el presente proceso se han vulnerado no solo los derechos humanos de una persona discapacitada sino los más mínimos y elementales principios de humanidad hacia alguien que no comprende realmente lo que está ocurriendo. Gil Pereg vive 23 horas al día encerrado una celda sin salir los 7 días a la semana, sin abrigo, sin ver a otras personas y siendo medicado para mantenerlo en ese estado sin que se suicide".
Ver: Los secretos de Gil Pereg, contados por su abogado
El acusado del doble crimen de su madre, Pyrhia Saroussy, y su tía Lily Pereg, insiste desde su detención en que lo traten como un gato, no como un hombre. En su celda, maúlla, amenaza con arañar a los guardias y defeca en el suelo.