Mientras tanto, la defensa busca que se lo declare inimputable.
La Justicia cree que Gil Pereg finge su locura
Los abogados defensores del israelí Nicolás Gil Pereg, quien se encuentra detenido por el crimen de su madre y su tía en Mendoza, insisten retrasar el juicio oral contra su cliente presentando apelaciones y testigos, intentando que la Justicia lo declare inimputable.
Sin embargo, la Fiscalía no tiene dudas de que el "hombre gato" solo actúa para evitar ser condenado. "Estamos listos para elevar la causa a juicio oral, si es que no aparecen más oposiciones", adelantó a Clarín el jefe de los fiscales de Homicidios de Mendoza, Fernando Guzzo.
En caso de ser condenado, Pereg podría ser expulsado de vuelta a su país de origen, tal y como sucede con cualquier extranjero que delinque en el país.
Pereg está acusado de asesinar a su tía Lily Pereg y su madre Pyrhia Saroussy, quienes habían viajado a Mendoza para visitarlo en enero pasado. Desde el 25 de ese mes, el israelí permanece detenido en el módulo N°3 de la cárcel de San Felipe, donde actúa como un gato: ronronea y maulla, no quiere bañarse y orina y defeca en la celda.
Luego de una serie de estudios médicos ordenados por varios jueces de garantías y apelaciones, la conclusión es que no padece ninguna enfermedad y puede continuar en la cárcel. Sin embargo, el israelí se vuelve cada vez más hostil y afirmó a fines de mayo que si no lo dejan ir a un neuropsiquiátrico iba a suicidarse.
Ver: La obsesión de Gil Pereg en la prisión
La semana pasada, en una audiencia en donde no estuvo presente Gil Pereg, sus abogados volvieron a pedir una nueva pericia psicológica al juez Sebastián Sarmiento. Sin embargo, la fiscal Claudia Ríos se opuso al nuevo estudio, ya que, según ella, la pericia psiquiátrica oficial ya fue clara en determinar que Gil Pereg comprende sus actos y que puede ser sometido a juicio.