El equipo de Klopp se impuso al elenco del argentino Mauricio Pochettino gracias a un penal sancionado a los 25 segundos del primer tiempo y otro gol sobre la hora.
Liverpool campeón de la Champions League
Liverpool superó a Tottenham 2 a 0 y se convirtió en el rey de Europa.
Definitivamente no fue la final esperada entre estos dos equipos ingleses, que en el camino dejaron a Barcelona y Ajax respectivamente en dos series épicas.
Lejos de las emociones, el duelo disputado en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid fue amargo, aburrido y casi sin situaciones de peligro. Se trató en ese sentido de un partido excesivamente estratégico entre dos equipos que arriesgaron poco y nada.
Así las cosas, la final de la Champions League se resolvió con dos goles en los extremos del partido.
La apertura del marcador llegó mediante un penal convertido por Mohamed Salah al minuto de juego. El egipcio anotó tras una mano en el área a los 25 segundos de comenzado el partido.
A los 42' del complemento, en tanto, el belga Divock Origi sentenció la historia con un notable remate cruzado tras una serie de rebotes y cuando Tottenham estaba agotando los últimos recursos para empatar.
De esta manera, y en un partido que dejó mucho que desear, la Orejona se fue para Anfield y el técnico argentino Mauricio Pochettino se quedó con las ganas de culminar con la victoria un torneo histórico.
Los goles