Damares Alves, ministra a cargo de asuntos relativos a la Mujer, Familia y Derechos Humanos en Brasil, fue acusada de raptar a una niña indígena y criarla como si fuera propia hace 15 años.
Acusan a una ministra de Brasil de secuestrar a una niña indígena
Damares Alves, ministra a cargo de asuntos relativos a la Mujer, Familia y Derechos Humanos en Brasil, fue acusada de raptar a una niña indígena y criarla como si fuera propia hace 15 años. Según informaron medios brasileños, la ministra negó las acusaciones.
Los indígenas de la etnia Kamayurá, en el Parque Nacional del Xingú, al norte de Mato Grosso, afirman que la ministra sacó irregularmente a una niña, que ahora tiene 20 años, de nombre Kajutiti Lulu Kamayurá. Según las declaraciones, la pequeña dejó la aldea en ese momento para realizar un tratamiento dental de la ciudad.
Los indígenas dijeron que Alves y Márcia Suzuki, "amiga y brazo derecho de la ministra", se presentaron como misioneras en la aldea y de acuerdo con el artículo las dos mujeres se mostraron "preocupadas" por la salud bucal de la niña.
"Lloré, y Lulu estaba llorando también por dejar a la abuela. Márcia se la llevó a la fuerza. Dijo que la iba a mandar de vuelta, que cuando entrase de vacaciones la iba a mandar aquí", señala un testimonio publicado en la revista Época de la cadena Globo.
La ministra, en tanto, negó las acusaciones y a través de un comunicado de su oficina de prensa aseguró que no estuvo presente cuando la menor dejó su tribu y que la conoció en Brasilia. "Lulu no fue arrancada de los brazos de los familiares. Ella salió con total anuencia de todos y acompañada de tíos, primos y hermanos para un tratamiento de ortodoncia", señala la nota.
La menor, que ha estado bajo el cuidado de la ministra durante estos años, no está legalmente adoptada, pero según declaró Damares, ella ha cumplido con todos los derechos de la menor. "Ninguna ley fue violada. La familia biológica de ella la visita regularmente. Tíos, primos y hermanos que salieron con ella de la aldea residen en Brasilia. Todos mantienen una excelente relación afectiva", señaló la ministra, citada en la revista.
"Lulu no es una persona pública. Es mayor de edad. No fue secuestrada. Salió de la aldea con familiares, fue y es cuidada por Damares con anuencia de estos. Ningún supuesto de interés público en el caso debería ser motivo para la violación del derecho a una vida privada, sin tanta exposición", concluye.