La mujer escribió una extensa carta al cumplirse el primer aniversario de su muerte. La novia del joven fue condenada a prisión perpetua por el crimen.
La madre de Fernando Pastorizzo lo recordó a un año de haber sido asesinado
Nahir Galarza mató a su novio, Fernando Pastorizzo (20), de dos disparos el 29 de diciembre del año pasado. Ayer se cumplió un año del asesinato por el que la joven de 19 años (en aquel momento) fue condenada a prisión perpetua. La madre del joven publicó en las redes sociales una extensa carta recordando a su hijo.
Nahir le disparó dos veces. Una por la espalda y cuando cayó al piso, su novia lo remató de otro tiro. Luego le llevó al celular y al llegar a su casa, lo despidió a través de las redes sociales.
El crimen fue aplaudido por muchas integrantes del colectivo feminista y repudiado por una gran cantidad de personas. A un año del asesinato, Silvia Mantegazza recordó a su hijo de este modo: "Un día como hoy, pero hace un año atrás, recibía la peor noticia: alguien sin sentimientos ni corazón decidía que ya no serías de nadie, pero vos nunca te irás".
"Sé que estás en paz, me lo has hecho saber y eso me tranquiliza. Sos y fuiste un ser de luz y sobre todo me hiciste ver que no sirve el odio", reflexionó la mamá al publicar dos fotos de su hijo.
Silvia eligió no hacer referencia al noviazgo que Galarza habría comenzado en la cárcel con un exinterno, Matías Caudana, que esta semana fue absuelto en un juicio por narcotráfico, pero sí deseó que Nahir "no pueda borrarse de su mente la cara de sorpresa" de Fernando al recibir los disparos.
Esta es la carta completa de Silvia Mantegazza
"Un día como hoy, pero hace un año atrás, recibía la peor noticia de mi vida: alguien sin sentimientos ni corazón, una persona oscura, decidía que ya no serías de nadie. Lo que nunca imaginó es que el amor todo lo puede, todo lo transforma, nunca te irás. Te siento en cada rincón de nuestra casa y muy dentro de mí, en tus amigos, en toda la gente que aún sin conocerte personalmente te hizo un poquito suyo.
Se extraña tu presencia física, el "sí maaa" en tono risueño que siempre me decías que equivalía a "dejame de romper ja ja ja", pero con ese humor que siempre tenías; las charlas en las tardes mate de por medio, tus llamadas para preguntarme cualquier cosa, desde un "ma ¿cómo se hacen los ñoquis?", a por supuesto darte todas las indicaciones del lugar donde encontrar algo que buscabas.
Me diste tanto ¡Me enseñaste tanto en esta corta vida que te tocó! Y sé que estás en paz porque lo siento, me lo has hecho saber y eso me tranquiliza. Sos y fuiste un ser de luz, demasiado sensible y bueno, y sobre todo me hiciste ver que no sirve el odio.
Ya lograste la justicia humana, pero la justicia que como madre desearía es que tu asesina jamás pueda borrarse tu carita de su mente, me imagino de sorpresa, al dispararte. Que la acompañe siempre y que al cerrar sus ojos para dormir sea lo último que vea.
Se extraña verte chiquitito, pero ¡siempre en mi corazón y en el de todos los que te amamos! ¡¡¡HASTA SIEMPRE, NANDO!!!"