Es la pericia contable del Cuerpo Médico Forense en la causa por enriquecimiento, en la que el ex intendente y su esposa están imputados.
Oficial: El clan Lobos no pudo justificar más de 6 millones de pesos
La causa por enriquecimiento ilícito que se sigue en la justicia provincial contra el ex intendente de Guaymallén Luis Lobos y su esposa Claudia Sgró, acaba de arrojar datos muy importantes. Lobos y su pareja acumularon entre 2003 y 2015, período analizado por la justicia mientras fueron empleados públicos o funcionarios, casi cinco millones de pesos que no pudieron justificar. Además, a la pericia se agrega que la suegra de Lobos, María Elena Fernández, adquirió en 2015 una propiedad por 800.000 pesos y además compró 30.000 dólares. Pero no pudo justificar con sus ingresos ninguna de las dos operaciones. Ahora la justicia analizará si la mujer, que ya está imputada en la causa de la "mucama ñoqui", funcionó como "testaferro" del matrimonio Lobos-Sgró.
Los datos surgen de la pericia contable realizada por los peritos forenses de la justicia. Integran junto a profesionales de otras disciplinas, el Cuerpo Médico Forense. Esta pericia acaba de ser incorporada a la investigación que sigue la fiscal de delitos económicos Susana Muscianisi. Ahora, los acusados y los querellantes particulares deben aceptar o impugnar la prueba.
El "Caso Lobos" cumple 4 años el martes. Justamente el 4 de diciembre de 2014, cuando el POST tenía sólo cuatro días de vida, dimos a conocer una investigación que llevó medio año de recolección de testimonios y documentos, cruce de pruebas y de indicios, y compulsa de registros, que se publicaron bajo el título "Así se enriquece un intendente". La investigación fue transformada en denuncia penal por dirigentes del FIT de Guaymallén, especialmente el ahora ex concejal Federico Telera, y por los abogados Carlos Varela, Lucas Fallet y Pablo Moreno, quienes trabajaron en la investigación y siguieron los expedientes.
El Caso Lobos fue una verdadera bomba de profundidad en los sistemas de recaudación ilegal de la política. Lobos era, cuando el POST publicó la historia, el intendente más importante del Partido Justicialista de Mendoza. Meses más tarde, le ganó ajustadamente unas PASO escandalosas a Alejandro Abraham, ahora senador provincial, y finalmente perdería contra Marcelino Iglesias. Desde entonces, de la causa principal en la que se plantearon denuncias por enriquecimiento, fraude, "ñoquis", evasión y lavado, se fueron desprendiendo varios expedientes. En el primero de ellos, Lobos fue imputado por irregularidades en el alquiler de vehículos y maquinarias. Fue en diciembre de 2015, y constituyó uno de los últimos actos de Daniel Carniello como fiscal titular de la unidad que entonces se llamaba de "Delitos Complejos". Luego, durante 2016 y 2017, Lobos sería imputado tres veces más. En el "Caso Wanka", por pago indebido de facturas a una empresa que alquiló una planta de asfalto al municipio. En ese caso fueron imputados el ex secretario de obras y servicios públicos Federico Sampieri y el empresario Roque Núñez. Lobos también está imputado junto a su esposa y su suegra en el caso de la "Mucama ñoqui", una mujer que hacía servicio doméstico en la vivienda de María Elena Fernández, la madre de Claudia Sgró, y que era empleada municipal sin saberlo. Fernández se hizo de los sueldos de la "mucama ñoqui", llamada Laura Fara, durante unos años. Finalmente, la imputación más grave que cayó sobre Lobos, porque podría ir a la cárcel, es por enriquecimiento ilícito. Esa causa, en la que los abogados Varela, Fallet y Moreno son querellantes, comenzó en la justicia federal. Pero el juez Walter Bento se declaró incompetente y la asumió la fiscal Muscianisi, quien le imputó enriquecimiento al ex intendente y su esposa en agosto del año pasado.
El gobierno de Lobos era un desmadre de pequeños robos. Hay otras causas contra ex funcionarios. Una por la extensión de licencias "truchas" de conducir; en otra hay media docena de imputados entre ex funcionarios y empleados por un fraude con vales de combustible que iba a parar a autos particulares (entre ellos Facundo Ruiz, hijo del primer matrimonio de Sgró), y hay otra causa por el uso de un fondo fijo para fines particulares. Todas estas investigaciones judiciales están con distinto grado de avance en las fiscalías. La que más cerca estuvo de llegar a juicio fue la de la "mucama ñoqui", pero un recurso de Lobos a último momento, la dejó pendiente.
Ahora, la pericia contable podría significar un avance considerable en la causa por enriquecimiento.
La pericia
El peritaje oficial sobre los bienes en particular de Luis Lobos, indica que su patrimonio de 5.422 pesos al 28 de noviembre de 2003, se transformó en 3,9 millones de pesos al 26 de noviembre de 2015. En dólares, cotización de entonces a 2,83 pesos por dólar, era de 1915 dólares. Esa suma se transformó, al final del período analizado, en 4.305.857. Es decir, casi 438.000 dólares al cambio de 9,89 de fines de noviembre de 2015.
En los 12 años analizados, Lobos tuvo ingresos declarados por 2.370.035 pesos, y gastos por 1.992.699. Es decir que -para llegar a su patrimonio final de más de cuatro millones de pesos- debe justificar ingresos por otros 3.923.099 pesos. Pero esa documentación no existe. Los peritos no la hallaron en las declaraciones juradas ni en las presentaciones de Lobos, ni tiene forma de justificarlo de acuerdo a los ingresos que percibió como empleado municipal, asesor, asesor en el Senado de la Nación, concejal, presidente del Concejo Deliberante, y finalmente intendente.
Tampoco le ayudó a Lobos aquel confeso contrabando de dólares que aportó como "prueba" en esta causa, buscando engrosar el blanqueo de su patrimonio. En aquel momento dijo haber ingresado al país unos 200.000 dólares en 1992, que de acuerdo a su testimonio cambió en 2011 a 3,96 por dólar. La explicación resultó pobre. En 1992 regresó a Mendoza desde Canadá con "las dos manos atrás". Se fue a vivir a un departamento de sus padres en el Barrio Unimev con su esposa de entonces, Gladys Contotanasi. Circulaba en un Renault 21 destartalado. Consiguió empleo como municipal en Guaymallén. Pero guardó en el colchón durante casi 20 años, 200.000 dólares. Sobrevivió a la "híper", el Tequila, la caída de la Convertibilidad, y la crisis del 2001 y, para construirse dos décadas más tarde la mansión de sus sueños con su nueva esposa Claudia Sgró.
A Lobos, no le cuadra "ni el blanco". Con altos niveles de consumo de tarjetas de crédito, además, en viajes al exterior y compras de electrodomésticos, ha ido gastando casi todo lo que ganaba. No se entiende de dónde sacó el dinero para su vivienda de más de 600 metros cuadrados en un terreno de 1600 metros cuadrados, incluso de forma independiente de la polémica por el precio de la residencia, en un barrio privado de Guaymallén, más los autos, una camioneta VW Amarok, departamentos, lotes en los desarrollos inmobiliarios Sol Andino y Nautilus, un cuatriciclo Can Am de alta gama, y maquinaria. Como se ventiló en unas escuchas telefónicas del caso, los Lobos intentaron vender parte de sus cosas una vez que fueron prácticamente desalojados del municipio, de donde finalmente los exoneraron.
Del mismo modo que su esposo Luis Lobos, Claudia Verónica Sgró tiene patrimonio por una suma que no puede justificar. Entre su patrimonio inicial de 0 (cero) pesos y el final, hay más de un millón de pesos sin origen claro, ni documentación que lo respalde.
La pericia tiene un apartado respecto de la suegra de Lobos, María Elena Fernández. Bajo el apartado número 4 y el título "otros datos de interés", dice de la suegra de Lobos que "no se advierten" en sus ingresos de la Anses, el sustento como para haber comprado un departamento en Godoy Cruz, en la calle América, un terreno de 800.000 pesos en Colonia Segovia, y unos 30.000 dólares en época de cepo cambiario. Muy probablemente la señora Fernández, esposa de Juan Carlos Sgró, padre de Claudia Sgró; termine imputada en este caso. La justicia querrá investigar cómo hizo para salir de "shopping" inmobiliario, si gastaba en consumo más del 90 % de sus ingresos de jubilación.
Los peritos tuvieron problemas para elaborar la secuencia completa de los gastos del matrimonio Lobos-Sgró. Hubo discontinuidad en la información, y adujeron gastos además sobre los que no presentaron recibos ni facturas. No obstante, lograron compulsar sus ingresos, versus su patrimonio inicial al inicio de la función pública, su patrimonio final, los gastos ordinarios por períodos mensual y anualizados, y su patrimonio final. De todo ello surge que entre Luis Lobos, Claudia Sgró y su madre María Elena Fernández, no pueden justificar un patrimonio de unos seis millones de pesos. Y ello, sin contar el valor inmobiliario de su "lugar en el mundo", la residencia en la calle Tirasso 4357, que se hizo famosa a partir del registro que hicimos con un drone y una cámara, hace ya cuatro años:
Ahora, la Justicia les dio plazo a los abogados querellantes y a Lobos para que planteen sus desacuerdos o impugnaciones, y luego, será el momento de la elevación a juicio del caso por enriquecimiento, el más grave de los que pesan sobre Lobos. Los contadores Natalia Sotile, Jorge Bargero y Oscar Martín son los que firman la pericia, que también irá a la Fiscalía de Estado. Este último organismo deberá emplazar a Lobos y Sgró para que justifiquen los bienes sobre los que no pudieron aportar documentación respaldatoria, ni explicar con qué ingresos los adquirieron.
La semana próxima, el caso Lobos cumplirá 4 años. Las causas siguen acumulando imputaciones, pruebas, cambios de avoque, o pericias, como en este caso.
Pero ni un solo juicio ha comenzado contra el ex intendente, y el clan con el que saqueó la Municipalidad de Guaymallén.