La enmienda promulgada por Cornejo anticipa tensiones políticas, y la generación de internas en el peronismo.
Y de un "sartenazo", arrancó la campaña
En 3... 2... 1... comenzarán a aparecer nuevos candidatos a intendentes por el peronismo en territorios que están dominados desde hace tiempo por los mismos caciques. Algunos, desde hace más de 15 años. Será toda una novedad en el PJ el que haya internas "sucesorias" en esos enclaves.
Como se sabe, Alfredo Cornejo promulgó ayer una enmienda constitucional de 2009 que limita sólo a una las reelecciones de los intendentes. Ello deja en situación de volver al llano, o cambiar de rumbos, a cinco intendentes del PJ y a dos de Cambia Mendoza.
Esta enmienda fue votada por el 83 % de los mendocinos que fueron a las urnas, pero ni Celso Jaque ni Francisco Pérez la promulgaron, porque no había conseguido la "mayoría Kemelmajer". Se trata de una interpretación histórica de la Corte, cuya autora fue la ex jueza mendocina Aída Kemelmajer de Carlucci. Dice que hace falta la mayoría "absoluta" del total del padrón, contando incluso a los que no fueron a votar, para imponer una reforma o una enmienda de la Constitución.
La decisión de Cornejo de promulgar ahora aquella Enmienda entendiendo que tiene consenso suficiente y limitar las reelecciones, llegó en un momento muy tenso de la política de Mendoza. El PJ acaba de darle la espalda a un punto clave del presupuesto oficial para el año que viene, al bloquear toma de deuda para pago de capital. El famoso "roll over". Además, se reagruparon, intentan reunificar los bloques legislativos, y acaban de asumir sus nuevas autoridades. El flamante presidente del peronismo provincial, Guillermo Carmona, asumió con la premisa de golpear fuerte a Cornejo en donde pueda. Va a "morder" en toda la cancha.
El límite a las reelecciones impedirá que el año próximo se presenten Jorge Giménez (San Martín-PJ), Martín Aveiro (Tunuyán-PJ), Emir Félix (San Rafael-PJ), Alejandro Bermejo (Maipú-PJ), Roberto Righi (Lavalle-PJ), Mario Abed (UCR-Junín), y Jorge Difonso (FR-San Carlos).
Giménez es intendente desde 2003. Va por su cuarto mandato y aspiraba a un quinto. Righi asumió en 2001 tras la muerte de Carlos Masoero, y luego tuvo cuatro períodos propios. Emir Félix asumió en 2009 en reemplazo de su hermano Omar. Aveiro llegó en 2011 y fue reelecto una vez. Bermejo tomó el poder en 2009 en reemplazo de su hermano Adolfo. Abed (2003) y Difonso (2007) son los intendentes afectados de Cambia Mendoza. De todos ellos, Bermejo (eligió como sucesor a Matías Stevanato), Difonso y Abed; ya habían anunciado que no buscarían nuevas reelecciones. Pero respecto del resto, habrá que comprar plateas anticipadas.
En el gobierno se preocuparon en explicar que no había en la promulgación de la enmienda ninguna "venganza", tal como les enrostró a través de un posteo en Twitter el Senador Adolfo Bermejo.
Lo que sí hay, es un fuerte intento oficial de "domar" al peronismo, y generarles una bomba de tiempo en departamentos muy importantes, donde los actuales intendentes -todos de buena imagen, y la mayoría de buena gestión- tendrán que ponerse a buscar sucesor.
Todos descuentan que el PJ -que estalló de furia por los cuatro costados- intentará bloquear en la Suprema Corte la "Enmienda de Cornejo". El problema para los peronistas es que arrancan desde un lugar difícil. Hay no menos de media docena de debates legislativos, en los que diversos dirigentes que hoy se oponen furiosamente a la enmienda, antes hablaron a favor. Y no fue hace mucho. En el oficialismo se han puesto a coleccionar discursos justicialistas para las semanas de pelea callejera que sobrevendrán. Mostrar a los dirigentes del PJ como personalmente interesados en bloquear la enmienda, será lo menos a lo que estarán sometidos los dirigentes de la oposición. La escalada incluirá desde decirles que buscan eternizarse en el poder, hasta chismes de negocios.
¿Por qué Cornejo eligió este momento para promulgar la enmienda, y luego esperar que la Corte decida quién tiene razón? La primera razón es que el año político está acabado. En la casona de la Avenida Peltier creen que el peronismo, en rol opositor total y delicado equilibrio interno, no acompañará ninguna ley de Cornejo desde aquí hasta las elecciones. La segunda razón es táctica. Lo que hizo el gobernador fue anticiparse a posibles adelantamientos electorales en los departamentos más fuertes del peronismo. Circulaba en el poder la idea de que los caciques del PJ podían intentar despegarse de la elección nacional, e incluso de la provincial, para salvaguardar sus territorios. Tenían tiempo hasta enero para ello según la ley electoral vigente en Mendoza. Y en el oficialismo no quisieron correr riesgos. Hasta que la Corte diga lo contrario, lo que rige ahora es la enmienda, y los cinco peronistas que gobiernan, no podrán presentarse a una nueva reelección.
Así, de un "sartenazo" y con una firma, Cornejo empezó la campaña electoral. Y pasó una pelota envenenada a la cancha del peronismo.