Llevar prensa política con viaje pago a una gira gubernamental de negocios para empresas de la provincia, no es una práctica republicana.
Kerchner, el viaje a China y los periodistas
El ministro de Economía de la provincia Martín Kerchner encabeza por estos días una misión comercial mendocina en China, inserta en una gira mayor organizada por el gobierno provincial, la Cancillería argentina, Pro Mendoza, y otros organismos oficiales. La misión particular del ministro, acompañado de dieciséis bodegas de nuestra provincia entre treinta empresas argentinas, es la de entusiasmar a inversores chinos con Mendoza como tierra de oportunidades. En carpeta hay energías renovables, búsqueda de posibles socios para la fallida minera Vale del sur provincial, y oportunidades para la venta de vinos al gigante asiático.
Resulta extraño, en este marco formal, que el ministro haya llevado a la misión a cinco periodistas de medios privados de Mendoza, más dos personas de su propia comunicación oficial. Es decir, casi un hombre de prensa cada dos bodegueros. La mayoría, columnistas políticos o altos directivos de medios. No se entiende la participación de los hombres de prensa, salvo desde una óptica política: nadie desconoce que Martín Kerchner es, probablemente, un serio precandidato a gobernador de Mendoza. Que compite por suceder a Alfredo Cornejo dentro de Cambiemos con intendentes poderosos y exitosos, y un senador nacional ex gobernador de la provincia, más los postulantes de otros partidos. Desde ese lugar, llevar a los columnistas políticos a una gira oficial a China, es una mala señal.
La participación de medios privados en giras oficiales o de candidatos en campaña no tiene discusión en el mundo. No todos los medios van, y los que lo hacen, pagan su viaje y sus propios gastos para ejercer su rol de prensa independiente libres de condicionamientos de los funcionarios. En este caso, como en las giras de gobiernos mendocinos anteriores a distintos lugares del mundo, se usaron recursos oficiales. Una consulta de este diario al gobierno provincial, permitió saber que el viaje íntegro de funcionarios, empresarios y periodistas fue pagado por el Consejo Federal de Inversiones.
El CFI es un organismo de las provincias argentinas que se financia con un porcentaje de la coparticipación federal de impuestos, dinero que recibe en transferencias diarias como un estado provincial más. Es una "caja" financiada con los impuestos de todos los provincianos que los gobernadores custodian celosamente, incluso ante embates de Néstor Kirchner, Cristina, y Mauricio Macri. Los gobernadores son los directores titulares, y hay un jefe ejecutivo que es el ingeniero químico Juan Ciácera, quien permanece en el cargo desde 1984 conduciendo un staff.
Hubo numerosos intentos de investigar el manejo de los fondos del Consejo Federal de Inversiones. A Ciácera le dicen "El Grondona de las provincias" en comparación con el fallecido presidente de la AFA. Meses atrás, el periodista Jorge Lanata contó que el funcionario les dio trabajo en el CFI a su padre, su hermana, su esposa, su hijo y su hija.
Los recursos del CFI se utilizan para financiar todo tipo de actividades. Entre ellas, giras comerciales al exterior, mantenimiento de agencias económicas gubernamentales en el extranjero, congresos, seminarios, viajes de todo tipo para funcionarios, o incluso se usan para financiar una burocracia gigante, paradójicamente radicada en un enorme edificio en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires. Con la plata de las provincias también se financia producción, por ejemplo, el subsidio de la tasa de interés de créditos productivos. En su edificio, los gobernadores se reúnen cuando las papas queman. Este año, el organismo recaudó 20.000 millones de pesos. Con una parte de esos impuestos pagados por los mendocinos y los argentinos, se financió la cobertura periodística de las actividades del ministro Kerchner en el exterior. Justamente, es Kerchner el delegado de Mendoza ante el CFI.
Los medios serios del mundo, no sólo de los países desarrollados, tienen políticas estrictas respecto de los viajes de sus periodistas. Muchos lo consideran absolutamente inconveniente. Es como un "regalo" que no debe ser aceptado. En nuestro país, el Foro de Periodismo Argentino establece en el artículo 28 de su Código de Ética la siguiente guía respecto de las giras oficiales: "Es recomendable que los periodistas sólo acepten viajes si son pagados por los medios en los que trabajan. En caso de acceder a una invitación paga, esta situación debe ser indefectiblemente explicitada en la cobertura para que el lector, oyente o televidente, pueda evaluar la imparcialidad del trabajo del periodista. Los viajes que fueran meramente de placer o recreación no deben ser aceptados".
De momento, ninguna crónica ni posteo en las redes sociales de los periodistas designados por el ministro Kerchner para la cobertura de la gira, ha explicitado que fue el CFI quien pagó los gastos. Es decir, que el conjunto de las provincias que financian al organismo, con la coparticipación federal de impuestos de todos los ciudadanos del país, paga la cuenta.
Tal vez, hubiese sido más útil llevar a la gira a media docena de bodegas más, o a empresas de alimentos que aún sobreviven y que la pasan mal por el contexto económico, o firmas de software, o de energía.
Puede que quienes organizaron la participación de los columnistas de política en esta gira, hayan pensado que los periodistas serían útiles en sentido inverso: como embajadores de Mendoza, en presentaciones ante posibles inversores asiáticos. Pero de momento no hay noticias de que ello haya ocurrido.
La participación de medios por cuenta del Estado -nacional, provincial, o municipal- en actividades de cobertura de funcionarios, altera los roles. Unos deben gobernar, y los otros, informar con objetividad. Con suerte, leeremos una crónica independiente o algún reportaje serio a inversores chinos que hablen de la Argentina. En general -nos lo dicta la experiencia- pasadas estas giras empiezan a aparecer los reportes negativos, difundidos por empresarios desilusionados respecto de la organización, los negocios efectivamente realizados, o la calidad de los contactos. Basta ver las cifras de exportación de Mendoza entre 2008 y 2017 publicadas por el CEM en base a datos oficiales, para comprender que ninguna gira asiática dio resultados.
Son momentos difíciles para la clase política. Las desventuras económicas fomentan el enojo de los ciudadanos. Lo que se valora es a las personas, pero básicamente a la capacidad de gestión. Por ello, por resultados, los hombres de la política son evaluados. Es lo que mantiene en alto y con altos porcentajes de adhesión popular, la figura del gobernador Cornejo.
El ministro Kerchner es reconocido como una persona capaz que ha hecho carrera en el ámbito público como funcionario, luego como legislador, y finalmente como ministro de Hacienda primero y Economía después; en momentos muy difíciles de Mendoza y de la economía nacional. Su capacidad de trabajo, y de resolución de problemas, es reconocida hasta por sus adversarios. No necesitaba el ministro de la cobertura especial de una legión de periodistas, para que los mendocinos se anoticien de una gira de negocios con inversores chinos. Le bastaba con su propia prensa oficial, a quienes de todos modos también llevó en el viaje.
En este momento, lo que demanda la ciudadanía es que la política brinde señales de austeridad. El ministro, en este punto, ha dado claramente un paso en falso, y contradictorio con su trayectoria.