El FMI se prepara para ocupar más el centro de la escena
El FMI y su burocracia necesita no perder vigencia y tratar de ubicarse siempre en el centro de la escena financiera global: la suba de la tasa de interés en Estados Unidos alimenta esa perspectiva y el organismo que encabeza Christine Lagarde ya levanta la mano para convertirse en un supuesto "bombero" en los "mercados emergentes".
En el nuevo encuentro de anual del Fondo y el Banco Mundial, en Bali, el organismo internacional llamó la atención sobre los impactos que pueden avecinarse para los países del Sur.
Justamente en Asia, las bolsas se sacudieron el último jueves ante la decisión de la Reserva Federal de darle más potencia a la aspiradora de dólares.
A Lagarde, como al presidente Mauricio Macri, parecen gustarle las metáforas meteorológicas para referirse a la situación financiera internacional.
"No son sólo nubes en el horizonte lo que vemos, sino que algunas de las nubes se han empezado a abrir y es algo más que una llovizna", señaló.
El diario The Financial Times destacó que las tensiones internacionales, entre las que se destaca la "guerra comercial" entre Estados Unidos y China ponen a las economías "emergentes", por ser las más vulnerables en el ojo de la tormenta.
Puntualmente, el Fondo viene de dar el mayor crédito de su historia: un total de 57 mil millones de dólares para "salvar" a la Argentina, en tanto que considera un pedido de Pakistán por 7 mil millones de dólares.
Pero a estas dos luces amarillas podrían sumarse más en el corto plazo.
La publicación especializada explicó que existe "temor" de que la Argentina y Pakistán sean "sólo el comienzo" y que "en los próximos meses el Fondo pueda verse forzado a prestarle a otros países que enfrenten problemas que incluyen monedas que se deprecian, crecientes rojos fiscales y desafíos exacerbados para hacer frente a pagos de sus deudas por crecientes tasas de interés".
En la mira de los analistas están Turquía, Sudáfrica y Venezuela, en un escenario que no es indiferente para la economía internacional en su conjunto.
"Una escalada de crisis en cualquiera de estos países impondría un alto riesgo al sistema financiero global y grandes dilemas para los decisores de políticas, incluido el FMI", apuntó el diario.
El organismo que encabeza Lagarde dio una señal extra en los últimos días al recortar sus previsiones de crecimiento en la economía mundial por primera vez en dos años.
El director para Asia y el Pacífico del FMI, Changyong Rhee, explicó la situación de acuerdo a la mirada de los burócratas del organismo, en una declaración que consignó la agencia Bloomberg.
"Los vientos de frente provienen de precios más altos del petróleo, la suba de tasas de la Reserva Federal y un dólar más fuerte y la posibilidad de escalada de las tensiones comerciales: no parecen ser temas que se vayan a resolver en tres o cinco meses", indicó.
En ese contexto, el ministro de Finanzas de México, José Antonio González Anaya, advirtió que como "economías emergentes debemos estar preparados, porque en el pasado, cuando no estuvimos preparados tuvimos las crisis de la deuda".
"Cuando la Fed subió la tasa en los 80 tuvimos las crisis de la deuda. Cuando ocurrió lo mismo en los 90, tuvimos la crisis del Tequila", enumeró el funcionario de Andrés Manuel López Obrador.
Las miradas se intensifican sobre América Latina: del grupo de economías "emergentes" es la que tiene peor pronóstico de crecimiento para el FMI.
Bloomberg explicó la situación: "Mientras que los precios crecientes del petróleo han sido buenos para los productores, los commodities agrícolas como la soja y el maíz han caído marcadamente, impactando en la recaudación impositiva".
"Argentina provee una idea de la situación del peor caso: los más altos intereses en Estados Unidos combinados con la debilidad fiscal del país llevó a los inversores a arrojar a la basura sus activos y con el peso en caída libre el Banco Central subió las tasas de interés a los niveles más altos del mundo; ahora el Fondo pronostica una recesión en 2018 y 2019".
Así las cosas, en el organismo de Lagarde se preparan para ponerse más en el centro de la escena, situación de la que el organismo internacional no ha sabido salir del todo bien parado.
(*) NA, especial para Mendoza Post