El Gobierno de Estados Unidos y las principales agencias de inteligencia de los países aliados se encuentran sorprendidos y en alerta debido a una gran filtración que puede acarrear consecuencias, tanto en EEUU como en el resto del mundo.
El ciberdelincuente asegura poseer los datos de todos los argentinos. El Gobierno no pudo probar esa aseveración, pero está investigando para encontrar al usuario.