Dos ex oficiales quedaron envueltos en un intento de estafa hacia la ART y hacia el Estado, por intentar cobrar una indemnización por una herida autoinflingida. Fueron exonerados de la fuerza y condenados.
Al momento del arresto, en la vivienda encontraron distintas sustancias, objetos para comercializar la droga y también su cédula policial aunque había sido exonerador de la Fuerza.
El exuniformado fue a comprar una moto y, según dijo, intentaron asaltarlo entre cuatro, dos armados. La víctima del atraco se resistió a los tiros; él resultó herido y uno de los supuestos maleantes murió a causa de un balazo.
El jurado popular instalado en San Rafael lo encontró culpable pero con atenuantes extraordinarios y lo salvó de la reclusión perpetua. Por ello, la jueza lo sentenció a una pena intermedia.