Adrián Guirín estafó a decenas de familias mendocinas con una empresa fantasma de organización de eventos. Cumplía prisión domiciliaria en la vivienda de la novia y suegra, pero lo echaron por intentar tener un amorío la madre de su pareja y busca otro domicilio para seguir preso.
5Ago
202020:00
Actualizado