Ocurrió en Isla Escondida y según los rastros que halló la Policía sobre la Ruta Provincial número 1, se estima que los ladrones habrían escapado hacía Trelew o Rawson.
Los delincuentes se llevaron diez ovejas y nueve corderos, todos con seña de oreja. La víctima tiene 68 años y los animales eran su principal fuente de ingresos.
"Tenía tres orejas, balaba por dos cabezas y tenía muchas ganas de vivir", aseguró el dueño.
El dramático episodio se registró en tres establecimientos de Corrientes.