Hay tres tipos de bombillas y una es mucho mejor que las demás si queremos pagar menos electricidad.
Cuál es la mejor lámpara para ahorrar luz
Desde la invención de la lámpara, el avance de las tecnologías y la concientización respecto del ambiente han modificado el paradigma de los usuarios y han instalado el concepto de ahorro energético. Claro, también lo ha hecho el factor económico, ya que las personas buscan las mejores formas de reducir lo que pagan mes a mes.
En ese sentido, hay tres tipos de lámparas en el mercado. La primera, la vieja pero todavía vigente bombillas incandescentes. En segundo lugar, las lámparas fluorescentes compactas (LFC), que suelen encontrarse en forma de tubo en espiral, aunque últimamente vienen en todo tipo de formas.
Por último, la invención más reciente es la lámpara LED (diodo emisor de luz) que solían conseguirse solo en forma de tubo largo, pero que también han incorporado una gran cantidad de modelos distintos de distintos tamaños y formas. En base a estas opciones, mucha gente duda respecto de cuál comprar para gastar menos electricidad.
De izquierda a derecha, la lámpara incandescente, la lámpara LFC y la lámpara LED.
¿Cuál gasta menos?
Se sabe hace bastante que la lámpara incandescente, perfeccionada por Thomas Edison en 1879, es muy ineficiente. En este tipo de bombillas, la electricidad pasa a través de un filamento que se calienta tanto que genera luz. El problema es que el 95% de la energía se va al calor y solo el 5% sirve para iluminar.
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En las lámparas LFC, una corriente eléctrica fluye entre dos electrodos en los extremos de un tubo lleno de gas recubierto de fósforo, sintetizó el sitio iProfesional.
La lámpara incandescente es la menos eficiente de todas.
Cuando la energía golpea esta capa, se transforma en luz. La reacción tarda entre tres y 30 segundos en comenzar, por lo que experimenta un retraso cuando enciende una luz LFC por primera vez.
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Por último, las lámparas LED producen luz cuando la energía pasa a través de un semiconductor de manera que produce luz visible a través de la electroluminiscencia.
Las lámparas LED son mucho más eficientes energéticamente que las LFC y las lámparas incandescentes. Son sin duda la mejor bombilla inteligente para ahorrar energía.
Al comparar las lámparas LFC con las lámparas LED, las lámparas LED con calificación Energy Star reducen el uso de energía en un 75%. Ambas tecnologías se utilizan en lámparas de bajo consumo con regulador de intensidad.
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