Vitae Vino: la propuesta para defender el consumo del vino en el mundo

El principal objetivo es defender su consumo ante campañas que buscan equipararlo con otras bebidas alcohólicas. Y además, busca la reconversión en el mercado para puntar a captar a jóvenes consumidores.

Vitae Vino: la propuesta para defender el consumo del vino en el mundo

Por:Tamara Sbardolini
Periodista

En un intento por revitalizar la percepción del vino y contrarrestar campañas que lo han perjudicado, Europa ha lanzado una ambiciosa iniciativa para promover su consumo y destacar sus cualidades. Mendoza es una de las provincias que adhiere a la iniciativa.

Esta propuesta, que cobra fuerza especialmente en Italia y cuenta con el respaldo de funcionarios, productores y aficionados de todo el continente y del mundo, se concentra en cambiar la narrativa en torno al vino. Bajo los objetivos de "Vino como tradición y cultura, moderación y convivencia, y comunidad y sostenibilidad de la producción", la plataforma Vitae Vino busca unir a todos los consumidores de esta bebida.

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Sin embargo, esta iniciativa no se limita solo a incentivar el consumo. Sergio Villegas, director de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), explicó al Post que el eje de Vitae Vino está centrado en defender al vino de las críticas y restricciones que provienen de diversos sectores. Según Villegas, hay campañas que buscan desacreditar al vino, las cuales, en ocasiones, son impulsadas de manera indirecta por grupos interesados en promover otras bebidas, como las gaseosas. Esto ha dado lugar a estudios que sugieren que el consumo de vino podría ser perjudicial, generando un debate sobre su verdadera influencia en la salud y la cultura social.

El desafío al que se enfrenta la industria vitivinícola no es solo promocionar su consumo, sino liberar la educación al público sobre cómo disfrutar de la bebida de manera adecuada. A lo largo de los años, la industria ha enfatizado pautas para apreciar el vino, como consumirlo a la temperatura adecuada y evitar agregar otros ingredientes, lo que contrasta con la estrategia de otras bebidas que promueven la mezcla y el consumo a gusto, sobre todo en los jóvenes. Un claro ejemplo de esto es el fernet, cuyo consumo está asociado a combinaciones, algo que no ocurre con el vino.

 A pesar de la competencia de otras bebidas y los cambios demográficos, el consumo de vino está experimentando una reconversión, con un aumento del consumo de vinos blancos, espumantes más dulces y porciones individuales, adaptándose a los hábitos de los jóvenes y a las nuevas demandas del mercado. También se resalta que el 82% del vino que se vende en supermercados en Argentina es de gama media o baja, lo que refleja las preferencias de precios a la hora de consumir.

Vitae Vino cuenta con una página web en la que cualquier persona interesada, desde funcionarios hasta consumidores casuales, puede mostrar su apoyo al proyecto mediante la firma de un formulario. Hasta la fecha, más de 10.750 personas de todo el mundo han respaldado esta propuesta, que busca revalorizar al vino como un símbolo de tradición, cultura y sostenibilidad.

Esta iniciativa deja en claro que la defensa del vino va más allá de su promoción como una bebida; se trata de un esfuerzo por cambiar la percepción de un producto que ha sido, y sigue siendo, parte integral de muchas culturas y en Argentina la bebida nacional, pero que a su vez enfrenta desafíos en el cambiante mercado de consumo de bebidas.

Los objetivos de Vitae Vino

Proteger el papel del vino en la sociedad y su patrimonio cultural

El vino está profundamente arraigado en nuestra cultura milenaria y refleja siglos de tradición y comunidad. Tiene un papel antropológico e histórico en la sociedad y forma parte del arte de vivir en muchas culturas. De hecho, es celebrado por su importancia histórica y su papel en el fomento de los vínculos sociales, y está reconocido por la UNESCO como un elemento incalculable del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, con varios paisajes y regiones vitivinícolas protegidas.

 Valorar su impacto socioeconómico

El vino contribuye de forma sustancial a la economía, desde los territorios rurales y la viticultura hasta las pujantes empresas vinícolas, los productores de vino y los establecimientos enoturísticos. Sostiene las zonas rurales y ayuda a combatir la despoblación en regiones con importantes desafíos económicos y agrícolas. El cultivo de la vid, la configuración del territorio, la producción de vino y su comercialización desempeñan un papel fundamental para mantener "vivas" las zonas rurales desde una perspectiva económica, social y medioambiental.

Dar voz a la moderación

La Declaración da voz a los amantes del vino que disfrutan de manera responsable en todo el mundo y apoya a la comunidad vitivinícola que trabaja para preservar la cultura y el estilo de vida del vino. Esta cultura se refleja en el disfrute compartido del vino en las comidas con amigos y familia, evitando los excesos, en el contexto de un estilo de vida saludable y equilibrado.

El formulario de firmas

Pueden participar personas desde 18 a 34 años, adjuntar datos personales, completar nacionalidad, ciudad y la afiliación con el vino.

En Argentina, las provincias que por ahora se adhirieron son San Juan, Mendoza, Neuquén, Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos, Santa Fe, Chaco y Salta.

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