Una teoría psicológica explica la razón del cansancio mental: estamos aprendiendo constantemente. Nuestro cerebro está forzado al límite.
Por qué la pandemia nos tiene agotados
La pandemia nos ha provocado un estado de fatiga mental: se volvió más difícil concentrarse y parece que estuviéramos en un estado colectivo de distracción casi constante.
Hay de hecho una avalancha de artículos sobre personas que no pueden concentrarse, el predominio de la "niebla mental" y las diferentes formas de pérdida de concentración.
Para muchas personas, sobre todo para los padres y madres, el cambio repentino al trabajo desde casa significó una intensificación del conflicto entre su labor profesional y la vida doméstica.
Es complicado concentrarse en una hoja de cálculo mientras los hijos luchan por el control remoto del televisor.
Experto advierte que los gobiernos nos controlan la mente
La teoría
Existe una teoría psicológica, aplicada originalmente en el contexto del aprendizaje, que puede ayudar a explicar por qué vivir en la era de la covid-19 puede haber convertido nuestras mentes en una ensalada mixta.
Se llama teoría de la carga cognitiva y fue desarrollada por primera vez por el psicólogo educativo australiano John Sweller.
Nuestras mentes son como sistemas de procesamiento de información. Cuando estamos trabajando en un problema, especialmente uno desconocido, dependemos de nuestra "memoria de trabajo", que es muy limitada tanto en su capacidad de almacenamiento como en el tiempo que retiene los datos.
Cuanto menos familiarizado uno está con una tarea, más dependerá de su memoria de trabajo para intentar hacer algún malabar con la información relevante y buscar una solución.
Por el contrario, cuando uno es experto, la mayor parte de lo que necesita saber se almacena en la memoria de largo plazo y puedes completar la tarea en piloto automático.
La teoría de la carga cognitiva proporciona un marco útil para comprender las diferentes formas en que la pandemia puede estar causando estragos en la función mental.
Por ejemplo, en una reunión de trabajo de antes simplemente la persona aparecía y se unía a la discusión. Ahora, si ese mismo individuo trabaja de forma remota, debe iniciar su software de videoconferencia, preocuparse por la conexión a internet, ajustar sus tiempos a los posibles retrasos, etc.
Estas adaptaciones forzosas obligan a salir del piloto automático y sobre exigen a nuestra limitada capacidad de memoria de trabajo.
Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo obligados a pensar deliberada y conscientemente, más como novatos que como un expertos, y eso es agotador en sí mismo.
En segundo lugar, las investigaciones basadas en la teoría de la carga cognitiva sostienen que las emociones pueden interferir con el procesamiento de la información: cuando uno está ansioso, por ejemplo, se reduce la capacidad de la memoria de trabajo. Esto hace que sea más difícil resolver cualquier problema mental que requiera una resolución consciente.
En tercer lugar, esta teoría habla de la "carga cognitiva externa". Se trata de la demanda sobre la capacidad de nuestra memoria de trabajo impuesta por distracciones que no son directamente relevantes para lo que se trata de hacer.
Lo sorprendente de la vida en esta pandemia es que la situación no deja de cambiar. Los gobiernos de todo el mundo están implementando constantemente restricciones diferentes y más complejas.
¿Cómo gestiona nuestro cerebro las situaciones extremas?
Por eso, los expertos subrayan que es importante poner un esfuerzo adicional en el manejo del estrés, para que su memoria de trabajo no se vea constantemente sobrecargada por las preocupaciones.
Hay que permitir que la mente se concentre en una cosa a la vez y la recompensa será sentirse menos agotado mentalmente. Un minuto de meditación puede cambiarlo todo.
Meditar en un minuto