Lo aseguró el secretario de Servicios Públicos, Natalio Mema. Además, dijo que los usuarios toman "medidas extra".
Mendoza: no hay evidencia de que los micros sean vector de contagio
Contrariamente a la medida que se tomó en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) donde se redujeron las frecuencias del transporte porque se prohibió la circulación a toda personas que no tuviera permiso, en Mendoza se hace lo contrario: se suman frecuencias y se cambian los horarios para que todas las personas puedan seguir con sus actividades.
Así lo anunció el gobernador Rodolfo Suarez cuando adelantó que Mendoza no iba a adherir a las restricciones dictadas por el presidente Fernández. Precisó que había dispuesto que los empleados estatales trabajen desde las 9 y el comercio desde las 10, para aliviar el pico previo a las 8 que se da por el horario escolar.
En relación a aumentar las frecuencias en esos horarios, Natalio Mema, secretario de Servicios Públicos, explicó al Post que "semana tras semana se van acomodando las frecuencias en base a los datos que vamos teniendo. De 100 controles que hicimos la semana pasada encontramos 4 colectivos que tenían más pasajeros que lo indicado y se aumentaron las frecuencias en esos recorridos".
Mema recordó que "Mendoza es la única provincia del país donde se permite a todas las actividades viajar en el transporte público" y en este sentido remarcó que "los usuarios han acompañado muy bien".
El funcionario precisó que "tenemos 400 mil transacciones por día y no hemos tenido problemas de contagios masivos en los choferes y tampoco tenemos evidencia de que el transporte sea vector de contagio masivo".
Lo que sí y lo qué no se puede hacer en Mendoza
Sobre esto, Mema subrayo que se debe principalmente a que "los usuarios han tomado medidas extra y ellos se cuidan y cuidan que se cumplan los protocolos".
Finalmente aclaró que ya se comenzó a implementar la medida de mantener siempre abiertas dos ventanillas para que las unidades estén ventiladas y adelantó que, cuando llueva, igual va a haber que dejarlas abiertas.
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