En el Cedrys 1 de El Resguardo, la boxeadora amateur Soledad Ferreyra le enseña a niños y niñas de entre 5 y 13 años Boxeo Infantil Sin Contacto, una actividad deportiva que tiene un objetivo social detrás.
Sole, la profe que educa a los niños a través del boxeo en Las Heras
Los niños y niñas van llegando al Cedrys 1 de Las Heras, y saludan. Con eso se va cumpliendo uno de los objetivos que tiene Sole, la profe. Sole es Soledad Ferreyra, una boxeadora amateur que todas las mañanas, de lunes a viernes, da clases de Boxeo Infantil Sin Contacto (BIFSC) en ese lugar del Barrio Maza. Lo hace como parte del programa de la Federación Argentina de Box (FAB) que en Las Heras tiene su desarrollo en ese espacio recreativo de El Resguardo.
Luego de esos saludos, y cuando ya están todos, comienza la actividad. El silencio por la timidez de los chicos de a poco se va transformando en sonido de sonrisas y se empieza a escuchar el ruido que hacen sus manitos con guantes cuando impactan con las bolsas o manoplas. También suena la campana que indica el final de cada round, para tomarse un descanso, tomar agua y luego seguir con la actividad física.
En uno de esos descansos, Sole se saca las manoplas, se relaja y habla de lo que hace todos los días con estos pequeños en el Cedrys de Las Heras: "El Boxeo Infantil Sin Contacto se inició a nivel nacional en el 2021 y fue por el hecho de que había muchos chiquitos en la calle y apasionados por el boxeo. Empezó en Buenos Aires y Córdoba y el año pasado pude hacer el curso en la Federación Mendocina de Box y acá estoy, transmitiendo todos esos conocimientos a los niños. Empezamos hace ocho meses y la verdad que nos está yendo muy bien".
Los niños que asisten a estas clases son unos 25 y tienen entre 5 y 13 años. Por eso, la profe explica en qué consiste esta actividad deportiva: "Es para que los niños aprendan a caminar sobre el ring, a pegarle a la bolsa, a hacer manoplas, gimnasia y, sobre todo, para que tengan un lugar donde estar. La realidad de ellos es bastante dura, pero acá tratamos de brindarle acompañamiento y mucho amor. Están fascinados con el boxeo y les encanta".
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"Hace ocho meses arrancamos en este Cedrys y solo vinimos con dos bolsas, dos pares de guantes y los profes, pero el primer día se llenó de niños. Yo estaba haciendo el curso y ahí nomás comenzamos con el Boxeo Infantil Sin Contacto. Al otro día ya tenía como 45 chicos entrenando, así que estoy muy satisfecha y contenta por eso y por el apoyo que nos dan desde el municipio", comentó Sole sobre cómo inició hace menos de un año estas clases en este espacio municipal de El Resguardo.
"En las competiciones se coloca un ring y sobre él le pegan a la bolsa, hacen manoplas y saltan con la soga. En ningún momento se enfrentan ni se golpean. Además, todos ganan y se llevan una medalla o un diploma, porque acá no hay perdedores", explica Soledad sobre la metodología que tiene el Boxeo Infantil Sin Contacto.
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Como en toda actividad deportiva social, siempre hay dos objetivos. Por un lado, busca que aprendan la técnica del boxeo, aunque también está el otro, tal vez el más importante, porque es para que lo pongan en práctica en cualquier cosa que hagan ahora de niños y cuando vayan creciendo.
"Los chicos salen del gimnasio con otras ideas, por ejemplo, no pelear en la calle. También les sirve para respetar a su compañero, que se respeten entre ellos y que aprendan a saludar, porque aunque no lo crean es muy importante eso. Aprenden a tener un horario y una buena alimentación. Nosotros tratamos de ayudarlos en todo lo que sea posible, más allá de lo deportivo. Tenemos un grupo bastante grande, lindo y han hecho muchas amistades", agrega y reafirma Sole cuando explica lo que busca con estas clases de boxeo.
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Soledad habla en plural porque considera que es fundamental formar un equipo, y eso es lo que hay en el Cedrys 1, donde trabaja con el profe Pablo González: "Cuando los chicos cumplen 14 años se los paso a Pablo, que se encarga de la parte competitiva. Con él entrenan por la tarde".
Además de esta función de educadora y formadora, Ferreyra tiene una trayectoria como boxeadora aficionada en Mendoza que comenzó hace varios años: "Empecé cuando tenía 15 años, con Pablo Chacón, con quien estuve mucho tiempo y con el que hice mi primera pelea. Después crecí, tuve una hija (Milagros, de 8 años) y me fui con Marcelo Camargo al Gimnasio Víctor Galíndez. Hasta que con el propio Marcelo y el profe Pablo González nos vinimos al Cedrys 1 y acá estamos, entrenando y viendo qué nos depara el futuro", cuenta la boxeadora que se está preparando para competir en el Vendimia de Boxeo que se realizará en marzo y abril en Luján de Cuyo. Ella compite en la categoría hasta 75 Kg. Entre sus logros tiene haber ganado el Guantes de Oro, uno de los torneos más importantes del boxeo amateur de la provincia.
Durante la charla surge el apellido Camargo y es ahí donde la emoción la invade, porque en ese lugar siempre estará el recuerdo de Ariel, el joven que pertenecía a ese gimnasio municipal y que el 25 de enero pasado falleció en España en un accidente de tránsito. Se había ido hacía cuatro meses a Europa en busca de un futuro mejor con su papá Marcelo.
"Ariel fue mi compañero durante un poco más de seis años, lo conocí cuando era un niño, vi la mitad de sus peleas y después nos vinimos a este Cedrys...", dice Sole, que no puede seguir hablando por la emoción. Además de estar en la memoria de cada uno, este joven boxeador lasherino también está presente en una de las pintadas que hay en el playón. "Esa tragedia nos ha unido como grupo", destaca por su lado el profe Pablo González mientras trata de contener a Sole.
"El boxeo es algo que me apasiona y me dejó mucho, más que nada una vida sana, sin calle, sin drogas, sin alcohol y sin malas amistades. Hay mucho compañerismo, que es lo más importante", dice Soledad sobre este deporte que tiene muchas cosas lindas, más allá de lo que siempre se ve arriba del ring.
La campana vuelve a sonar y Sole retoma el entrenamiento con los chicos, a quienes a través del boxeo educa y forma para tener una vida sana, con respeto hacia el otro, hacia sí mismos y con disciplina.