El jueves será el turno de los dos denunciados, que por ahora continúan con prisión domiciliaria.
La denunciante de los rugbiers franceses amplía su declaración
Este martes por la mañana en el Polo Judicial se produce una nueva declaración de la denunciante de los rugbiers Hugo Auradou y Oscar Jégou, en el marco de la causa por abuso sexual. Afuera del complejo, militantes del colectivo Ni Una Menos Mendoza realizaron una manifestación en apoyo a la mujer que realizó la denuncia.
En principio, este martes iban a declarar Jégou y Auradou, pero su abogado, Rafael Cúneo Libarona, cedió el lugar a la denunciante. La mujer que acusó a los rugbiers pidió ampliar su testimonio para dar más detalles de los hechos que sostiene ocurrieron durante la madrugada del 7 de julio.
Jégou y Araudou están imputados formalmente por la fiscal Cecilia Bignert, de la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos personas, una violación grupal.
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"Reclamamos a la justicia, particularmente al Fiscal de la causa, un abordaje que no re victimice sistemáticamente a las mujeres que denunciamos situaciones de violencia de género, particularmente sexual, poniéndonos a nosotras bajo un escrutinio sistemático de nuestras conductas", escribió Ni Una Menos en la convocatoria a la acción de hoy.
La denuncia
La mujer conoció a los denunciados en la madrugada del domingo 7 de julio, horas después que disputaron un partido amistoso contra Los Pumas. Fue esa noche, en el mencionado hotel, cuando se habría producido el abuso denunciado por la mendocina.
La mendocina sostiene que los rugbiers la abusaron al menos seis veces. Además, asegura que la golpearon y la mordieron. "La herida más visible es un golpe de puño que tiene en uno de los ojos, con un hematoma. También en el cuello, en el mentón, en sus pechos, en las piernas y en la espalda", sostuvo la abogada de la mendocina, Natacha Romano.
Ambos fueron arrestados el 8 de julio en Buenos Aires y trasladados a nuestra provincia. Tras pasar algunos días entre rejos, la Justicia les otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria.
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El delito por el que los rugbiers están imputados puede tener penas de hasta 20 años de cárcel.