El dueño de la carnicería robada en Las Heras: "Estamos a la buena de Dios"

Este sábado Mendoza observó a través de las redes sociales y medios de comunicación a un grupo importante, compuesto de vivos y vivas, escudados con niños, destrozar y robar en una carnicería de Las Heras y en una vinería en Guaymallén. Pero también intentaron ingresar a supermercados lasherinos para sustraer mercadería.

Las imágenes fueron difundidas y también la Policía las tuvo en su poder, sobre todo aquellas obtenidas por cámaras de seguridad. Pero en los lugares de los delitos fueron aprehendidas 28 personas y siete de ellas fueron imputadas por el delito de robo agravado en poblado y en banda y pasadas a la cárcel. Cuatro sospechosos están bajo la lupa y la Fiscalía decidirá su responsabilidad en las próximas horas, mientras que 17 menores recuperarían la libertad. Entre todos estos aprehendidos deben estar algunos de los muchos que saquearon la carnicería Parrillada 13, ubicada en Independencia y Álvarez Condarco.

El robo a este local pudo observarse en las redes, diarios digitales y canales de TV. Primero, destrozaron la puerta de ingreso, luego rompieron lo que pudieron en el interior, se llevaron algo del mobiliario pero los ladrones no dejaron ni un gramo de carne. Arrasaron con todo. Incluso, con dinero.

Javier Mignani es el propietario de esta carnicería y de otra más que está ubicada a dos cuadras. Tiene alrededor de veinte empleados y le han robado más de 20 veces. Pero, este sábado, a pesar de los numerosos policías y efectivos de Infantería en la zona (los vándalos intentaban ingresar a un Átomo a 100 metros) no pudieron impedir que su local fuese destrozado y robado. Sin embargo, el comerciante con mucha sensatez dijo: "No quiero que esto caiga en la grieta, que sirva para el juego de unos u otros".

Ver: Los autores de robos en manada en Las Heras y Guaymallén están en la cárcel

Esa frase de la víctima de los robos a sus locales está enmarcada en el conocimiento de los audios junto a videos antiguos, presentado como actuales, invitando a saquear supermercados. Por ello, ante la posibilidad de que la situación haya sido insuflada por algún grupo político, Mignani no quiere hacerle el caldo gordo a nadie y contó que decidió cerrar el sábado los locales "porque surgieron los rumores de posibles saqueos y había versiones de robos en negocios, que no eran ciertos. Pero, luego me llama el encargado de uno de los locales, alrededor de las 15, para decirme que está sucediendo algo en la zona y que están queriendo entrar a un supermercado de Millán (Átomo)". Los empleados, bajaron las persianas de ambas carnicerías y se fueron.

Luego, la joven que se encarga de las cámaras de seguridad lo llamó para decirle que estaban robando. De inmediato llamó al 911 "y claro, llegaron en dos minutos, si estaban a dos cuadras", relató el comerciante para decir que en ese lapso le robaron todo.

Es en este punto en el cual Mignani se detiene: "Esto no fue un saqueo. Es decir, no es que el negocio estaba abierto, entraron y se llevaron mercadería. No. Destrozaron la puerta de entrada, se metieron, rompieron todo, robaron todo, incluso la tecnología como balanzas y otros elementos".

Ver: Podrían ir a la cárcel 12 años los autores de los audios que incitaron saqueos

Fueron unas 50 personas las que robaron en la carnicería y cometieron los daños. Ante esto, la víctima se animó a decir: "Lo que pasó, pasó. Pero, lo que sucede es preocupante. Los tipos pueden hacer lo que quieran cuando quieran. Fue una demostración de prepotencia. Estamos a la buena de Dios. Esa es la verdadera preocupación".

Sucede que, según detalló, luego del ataque a la primera carnicería "se fueron hacia la otra, que está a dos cuadras, y entre unos 30 tipos arrugaron hacia arriba la persiana metálica e iban entrando y robando de dos o tres. Cuando llegó la Policía, que estaba cerca, soltaron la persiana y se fueron. Creo que ahí detuvieron a unos siete tipos", aclaró.

Sobre las pérdidas, Mignani con pesar advirtió: "No sabemos si vamos a poder abrir el negocio. Y esto no es bandería política, no quiero caer en ningún lado de la grieta. Hay que tomar una decisión política. Encima que los que trabajamos tenemos que bancar a los que no trabajan, nos roban. Es una situación muy complicada. La impotencia es algo muy difícil de manejar, porque en ocasiones hemos sabido quiénes son (los que le han robado) y no podemos hacer nada", sentenció.

Con respecto a lo sucedido en sus dos locales, el comerciante aseguró: "Estaban organizados, se notaba el trabajo de equipo que tenían".