Loteos privados y viviendas particulares se abastecen de agua potable mediante instalaciones clandestinas. Algunos incluso revenden el agua que colectan, almacenan y bombean. Hay una denuncia penal.
El agua de Mendoza no se negocia, pero se roba
Es escandaloso. Y las culpas son compartidas. Una cantidad indeterminada de viviendas pero que podrían ser al menos 2.000, se abastecen ilegalmente de agua potable "pinchando" acueductos maestros de 350 y de 750 mm en la zona del loteo Pérez Guilhou, en el piedemonte mendocino a la altura del "Desert", entre la Panamericana y los primeros faldeos de la montaña. Una zona en la que hace 20 años no había casi nada, y que ha ido creciendo descontroladamente en loteos, barrios y casas sin factibilidad de servicios públicos. Ahora, lo que hay ahí es un drama social, porque mientras muchos de estos vecinos se abastecen de agua potable gratis y de modo ilegal, otros miles de usuarios reales de Aysam, seres humanos también por si hace falta aclararlo, reciben un servicio muy disminuido en las zonas altas de Luján, Godoy Cruz, Ciudad y Las Heras. Claro, no les llega el agua porque otros la usan antes.
Por esta situación irregular la empresa estatal de aguas Aysam presentó una denuncia penal días atrás, pidiendo que se investigue la posible comisión de los delitos de hurto, robo, daños, y "estelionato", es decir, un tipo de fraude en el que alguien vende algo que no le es propio, y alguien más que duda o puede dudar, finalmente lo compra.
En la zona que los técnicos, funcionarios e ingenieros de Aysam recorrieron se encontraron con dos acueductos de la Panamericana "pinchados" con instalaciones profesionales, montadas para robar directamente el agua potable del servicio público. "No podemos precisar cuánto tiempo lleva el robo, probablemente diez años o más" dijo la abogada de Aysam Florencia García Baker. Tampoco están identificadas las personas que roban el agua. Sí, que hay un "revendedor" que mediante un sistema de cañerías, bombas y cisternas, roba el agua, la almacena, y la vende a vecinos que le compran sin más.
La zona del loteo Pérez Guilhou, casi todo el piedemonte ocupado en la zona de Luján, no es una "usurpación". Según han registrado tanto en Aysam como en la Municipalidad de Luján de Cuyo, la mayoría son personas que cuentan con ingresos, trabajos estables, en blanco, algunos son profesionales que han comprado lotes. Es decir, son potenciales clientes de Aysam donde viven miles de personas, pero menos de un centenar paga el servicio. "A nosotros nos gustaría tenerlos... pero primero tuvimos que hacer la denuncia, para poder establecer el delito, qué está pasando... un punto de partida... Obvio que el agua es un derecho humano... pero no así... acá se instalaron miles de familias sabiendo que no había agua, ni luz. El robo de la energía también es escandaloso..." dijo una fuente de la empresa de aguas.
No todos los ocupantes roban el agua. Algunos se abastecen de pozos de Irrigación (lo que está mal, y hay denuncias del DGI por ello), otros más, de pozos de Aysam que están activos y que habrían mejorado su potabilidad desde que existe Potrerillos. Y varios más se abastecen con camiones públicos, de la Municipalidad, de Aysam, o de privados. Unos pocos están conectados legalmente a una parte de la red. Como sea, no está claro quiénes roban y quiénes no, si antes no se sigue el recorrido de cada uno de los caños clandestinos.
Más de este tema: Estas zonas del Gran Mendoza están sin agua o baja presión
En la Municipalidad de Luján de Cuyo están "ardidos" con el problema y se han pasado meses de reuniones con los vecinos. Sebastián Bragagnolo tiene claro lo que ocurre ahí, porque mira "la línea de abajo" además de considerar el problema social del abastecimiento de agua. La Municipalidad gasta 12 millones de pesos al año en esa zona para dar servicios, entre ello camiones de agua, y recauda unos 35.000 pesos por mes. Han recogido muchísima información, y el intendente tendría claro que entre desarrolladores inescrupulosos, vecinos que decidieron instalarse igual sin servicios, y un Estado que no controló lo que pasaba, ahora lo que hay es un drama "que no puede seguir" dicen en la municipalidad. Hay, entre el municipio y Aysam, una fuerte tirantez por el robo de agua en el Pérez Guilhou.
La denuncia
La presentación de Aysam al Ministerio Público fiscal, acompañada de numerosas fotos de instalaciones clandestinas, muestran cómo desarrollos tipo "barrio privado" ya arrancan robando el agua de Aysam, "pinchando" alguno de los dos acueductos.
"La comisión de los delitos de daño, robo y estelionato se produjeron y continúan produciéndose en perjuicio de mi representada, en los acueductos de Ø 350 mm y Ø 750mm que transportan agua desde Potrerillos, en la zona conocida como Loteo Pérez Guilhou, Luján.- Y zona al Sur Este de la rotonda de Olimpo sobre Panamericana, conforme croquis y fotos que se adjunta, y que surgirán de la inspección y constataciones que se realice con la policía" dice textualmente.
La empresa aduce que ambos acueductos han sido dañados y que se encontraron "numerosas conexiones clandestinas (bombeos) que atraviesan el loteo Pérez Guilhou y llegando hasta la reserva de Chacras. Estas conexiones en su mayoría están vinculadas directamente a los acueductos de diámetro 750 mm y 350mm, es decir afectan la estructura del mismo ocasionando pérdidas considerables y comprometiendo la distribución efectiva por este medio" aseguran, y aportan datos de geolocalización de cada una de las irregularidades.
En la recorrida con personal, detectaron en la zona de Blanco Encalada, además, varias instalaciones de bombeo clandestinas "con abundante pérdida de agua".
La zona es un descontrol urbano importante, en partes de Luján pero también de Las Heras. Por ejemplo, una cámara de maniobras de Aysam quedó dentro de una propiedad a la que no se puede entrar.
Por otra parte, la denuncia dice que "realizando una recorrida por las inmediaciones de la traza del acueducto 750mm se observaron viviendas en construcción avanzada, lotes conformados y delimitados y tendido de cañerías de distribución de agua de diámetro mayor a 60mm para el abastecimiento de toda la zona comprendida entre el acueducto y la Ruta Panamericana". Por supuesto, no le pidieron permiso a nadie.
Cómo sigue
En Aysam esperan que la denuncia prospere contra las personas indeterminadas aún que roban el agua. Han aportado abundante material, fotos, testimonios, contactos de testigos. Y que se pueda frenar el robo. Lo que no está claro es qué va a pasar con el problema social, cuando cientos y tal vez miles, se queden sin el agua que hoy reciben gratis, o pagando a un "revendedor" ilegal. Lo más probable es que si hay un problema con los que repentinamente pierdan el agua que reciben de modo ilegal, la municipalidad de Luján herede el drama.
Como sea, en Mendoza, donde se supone hay conciencia del cuidado del agua, y hay una oposición fuerte al desarrollo de actividades de minería por el uso del recurso, el agua potable se roba desde hace más de diez años, o 20, a la vista de todo el mundo, con acueductos pinchados e instalaciones ilegales.
Y dale que va.
El problema no es sólo el robo. La destrucción y roturas de los acueductos para "chupar" el agua ponen en riesgo la provisión del servicio normal, para decenas de miles de personas. Por eso, es central que la justicia se ponga a trabajar en este problema.