River es pionero en Neurociencia de la mano de una psicóloga mendocina

El fútbol profesional no es para cualquiera: a pesar de lo que muestran las cámaras - las grandes sumas de dinero y los lujos - la realidad es que el deporte en sí se ha vuelto cada vez más exigente.

Es por eso que día a día se van buscando nuevas técnicas para trabajar no solo cuerpo, sino también mente. La neurociencia es tendencia en los grandes clubes a nivel mundial, en los más importantes a nivel nacional y en River Plate en Mendoza.

La Lic. Cecilia Ortiz, psicóloga especializada en Neurociencias, es la encargada de preparar entrenadores y deportistas en la escuela que tiene River en Mendoza.

Se trata de todo un proceso nuevo para entender que los futbolistas no son solo un par de piernas: trabajar el cerebro refuerza la preparación física y ayuda al deportista a estar mejor capacitado para enfrentar las situaciones decisivas de una competencia. Es, como dicen algunos, pensar con los pies.

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"River Plate Mendoza está trabajando para formar jugadores con entrenamiento complejo, aunando lo físico, lo cognitivo y lo emocional. Es el primer equipo de Mendoza que cuenta con gabinete neoropsicológico", explica.

River Plate Mendoza

En diálogo con el Post, Cecilia contó que "River Plate Argentina hizo escuelitas de fútbol para formar jugadores. Alex Osorio es un colombiano que se hizo cargo de estas escuelitas; es dueño de la franquicia de las escuelas de River en Argentina, también tiene sedes en Colombia, Miami y con la intención de abrir una en Madrid".

En las escuelitas trabajan con inferiores; además desde la Cuarta a la Novena y también con la Primera, con chicos de 5 a 20 años. Funciona en El Challao y todas las categorías entrenan la parte física y la cognitiva.

"Es muy positivo porque hay un porcentaje de la población que accede desde barrios carenciados; los papás los llevan con expectativas, pero esto en realidad funciona como rescate de situaciones sociales", celebra.

River y la Neurociencia

Nadie duda en destacar el éxito de Marcelo Gallardo en River. El Muñeco, además de contar con un Cuerpo Técnico "tradicional", trabaja con la reconocida especialista en neurociencia Sandra Rossi.

Llegó en 2014 de la mano de Gallardo, quien también entendió que este tipo de entrenamiento es esencial en la mentalidad del futbolista. Desde hace más de siete temporadas, Rossi es una pieza fundamental en el plantel millonario.

Cecilia empezó a trabajar en River Mendoza en 2020, "dando charlas" en plena pandemia: "Finalmente, Alex Osorio me contrató para ser parte del Cuerpo Técnico en el entrenamiento".

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"Hay que entender que este trabajo no es psicológico, este entrenamiento permite un mejor rendimiento en la cancha", explicó.

Su tarea es "formar a los entrenadores para trabajar y mejorar las condiciones cognitivas propias del juego en la cancha: atención, velocidad de procesamiento de la información, tener un juicio crítico para tomar rápidas decisiones".

Neurociencia en el fútbol

La neurociencia ayuda a mejorar la efectividad en técnicos y jugadores, ejerciendo una influencia positiva en su comportamiento, en las relaciones interpersonales y en la toma de decisiones inteligentes.

"Es muy importante para los jugadores, por ejemplo, para mantener la atención a pesar de los gritos de la hinchada, se tienen que concentrar", señala Ortiz.

Y agrega: "Vamos viendo cómo a través de estos entrenamientos van mejorando. Como en todo, algunos tienen más actitud, se concentran y lo entienden. Los chicos se han enganchado un montón y están muy contentos con los desafíos; los más chiquitos lo toman más como un juego, los más grandes se han comprometido mucho. Ha sido todo un desafío y vamos bien".

Cecilia recuerda que "somos pioneros en Mendoza", pero que es una tendencia que ya utilizan los grandes equipos a nivel mundial, así como también en otros deportes, como el tenis.

"Como todo entrenamiento, exigirá práctica. Esto diferencia a los jugadores exitosos de los no exitosos", remata la mujer encargada de que los futbolistas de River Mendoza no solo jueguen con el cuerpo, sino también con la cabeza.