Graciela Bertancud, directora del colegio Tomás Alva Edison, abordó los desafíos que enfrenta el sistema educativo ante la creciente incorporación de la tecnología
Retos y oportunidades de la IA en la educación del futuro
La tecnología transformó radicalmente todos los aspectos de nuestra vida diaria, y la educación no es una excepción. La escuela mendocina Tomás Alva Edison se destaca como un modelo de innovación en este ámbito.
Su directora, Graciela Bertancud, conversó con Evangelina Argüello y Hernán Bitar en el programa "Tenés que Saberlo", donde subrayó la importancia del rol docente, los desafíos que presenta la tecnología y la necesidad de una alfabetización digital.
"Desde hace más de 15 años estamos comprometidos con este proceso; comenzamos en 2004. Hoy, la alfabetización digital es crucial, algo que todos entendemos, sobre todo después de la pandemia. Algunas prácticas adoptadas durante ese tiempo han persistido, y es vital que las escuelas enseñan a los jóvenes y niños el uso adecuado de estas herramientas", aseguró Bertancud.
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La directora mencionó que están implementando inteligencia artificial (IA) en un programa centrado en fluidez y comprensión lectora, facilitando una evaluación rápida y efectiva de los alumnos. "Creo que este tema de la inteligencia artificial ha venido a ayudar al docente, no para reemplazarlo. Claramente creo que las empresas de tecnología han detectado la carencia de docentes que hay. Realmente cada vez hay menos vocación por esta labor tristemente, porque es una labor tan linda y tan noble, pero los salarios sabemos que no son adecuados y estos jóvenes quieren tener una vida distinta, entonces no van por la vocación solamente sino por los salarios, en toda América Latina hay una fuerte carencia de docentes".
Bertancud cree que en el futuro próximo, la IA jugará un papel complementario ante la falta de profesionales en el ámbito educativo. "Creo que vamos a tener que cambiar el enfoque, primero de los salarios que se cobran y segundo del rol que va a cumplir la persona que va a acompañar a los estudiantes. Nosotros vimos en pandemia que los chicos se quedaban en su casa con sus padres, nosotros teníamos todos dispositivos tecnológicos que ayudaban mucho a la familia, pero la escuela es sumamente necesaria para el desarrollo del ser humano: por más que uno tenga toda la tecnología, uno aprende a vivir con otros estando con otros y eso es lo que venimos hoy a aprender a la escuela. Hoy un chico con una familia instruida, con tecnología, con conectividad, aprende más por fuera que por dentro de la escuela tal vez, pero hay cosas que no se pueden aprender si uno no está en un contexto social, si no está con un par, si no te validan. Por eso hablamos que la educación va más por el lado de la inteligencia emocional, de desarrollar competencias emocionales y no tan solo cognitivas", explicó.
Sobre las implicancias éticas, mencionó que en China ya se utilizan sensores para evaluar a los estudiantes. "Todos tenemos la capacidad de desarrollar nuestra inteligencia a la máxima potencia, todo depende del contexto que nos rodee. Si yo tengo un mejor contexto, voy a tener un mejor resultado. En China han detectado que un grupo de estudiantes implica una inversión más grande para que logren desarrollar sus competencias, entonces estos chicos van a ir a un sector y estos a otro".
Bertancud afirmó que aunque el papel de la escuela y del docente no desaparecerá, sí evolucionará. "Hoy para nuestra escuela, en este punto en donde estamos trabajando comprensión lectora, por supuesto que una aliada la tecnología. Yo espero que dentro de unos 20 años haya más docentes, que haya un cambio, que la gente elija esta profesión. Pero venimos viendo que no eligen estas carreras. En general el docente trabaja doble turno, la realidad es que no tiene mucho espacio para poder formarse y prepararse. Hay que ver qué docente es el que no quiere prepararse. En general, una persona que se dedica a enseñar, que quiere compartir, es feo pararse frente a 30 chicos y no saber qué hacer. Por lo general, uno tiende a formarse y a prepararse, lo que pasa es que hoy con el sueldo que cobramos, no se sostiene una familia, entonces tiene que trabajar doble turno y se hace muy difícil la capacitación".
A pesar de las dificultades, los docentes están dispuestos a prepararse, aunque las condiciones no siempre ayudan. "Esperemos que con estos programas nuevos que han sacado con las capacitaciones pagas y algunas políticas públicas, podamos mover un poco la aguja, pero se hace muy difícil para un docente, terminan muy agotados: hay que estar con 60 niños dando respuestas. Creo que la profesión docente es la más estresante: tenés 30 personas que te demandan todo el tiempo. Yo no sé si un oficinista, un ingeniero o un médico tienen 30 personas que le demandan, es una profesión muy exigente, por ahí minimizamos la acción que lleva adelante el docente frente a 30 niños, son 30 demandas constantes".
Al reflexionar sobre el origen de la escuela, Bertancud recordó que se inspiró en un informe de la Unesco sobre la alfabetización digital, y se unió a una colega en España para desarrollar un proyecto. "Vi que no íbamos a llegar con estos requerimientos. En ese momento diseñé un proyecto conjuntamente con otro docente de España, justamente Negroponte estaba peleando con las corporaciones para hacer dispositivos más accesibles a la humanidad porque en ese momento eran inalcanzables. La pelea de Negroponte y la puesta en marcha de algunos proyectos como el nuestro hizo que las empresas y el mundo entendieran que la educación era el lugar en donde había que comenzar a apoyar estas metodologías ágiles nuevas. Nos ha llevado a tener premios de Microsoft, de Intel, de compañías internacionales que tienen estándares de calidad y nos ha permitido estar entre los 17 primeros del mundo".
Cómo preparar a alumnos y docentes
Bertancud se preocupa constantemente por cómo preparar a sus alumnos y docentes ante los cambios tecnológicos. "Yo también estoy entrenándolos a ellos para que vean la fortaleza de la IA al mismo tiempo que las debilidades y las amenazas. Esto es una construcción constante: la tecnología va modificándose y cada seis meses da grandes saltos. Como educadores tenemos que formarnos para eso y estar a la altura. Obvio que demanda mucho tiempo y esfuerzo, pero lo hago con mucho gusto".
Finalmente, lanzó un mensaje a todos los educadores: "Le quiero decir a los colegas que no le tengan miedo, lo peor que nos puede pasar en educación es paralizarnos por el miedo. Hay que entrar, verlo, usarlo, debatir y saber de qué estamos hablando porque ahí es cuando se nos pueden pasar las mejores oportunidades", concluyó.
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