Un llamado al 911 alertó a las autoridades sobre la presencia del ejemplar.
Lo habían traído en micro desde Bolivia. Cullunche tuvo que brindarle atención veterinaria y estudios para saber si tiene alguna enfermedad. Cuál será el destino final del animal y la multa para el infractor. Fotos.
Tenían un mono atado en el patio de una casa en Guaymallén
Un llamado al 911 que realizaron vecinos de Guaymallén alertó sobre la presencia de un mono cautivo. De inmediato, la Policía de Mendoza rastreó la posible dirección en la que se encontraba el ejemplar y luego de dar con la vivienda, se desplazó a entrevistar a los dueños junto con Policía Rural.
Los efectivos lograron constatar que en el patio de la casa había un mono ardilla boliviano (Saimiri boliviensis), al que tenían atado con una cuerda de la cintura a una carretilla en el patio. El hallazgo fue comunicado a la Justicia, al Ministerio de Energía y Ambiente y al Departamento de Fauna Silvestre que rescató animal.
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El mono, tuvo que recibir atención veterinaria en la Fundación Cullunche porque estaba atado y por el viaje en el que lo traficaron desde Bolivia. Según pudo reconstruir la Fiscalía a cargo del caso, el animal había sido pasado de contrabando en un largo viaje en micro.
En conversación con el Post, Jennifer Ibarra contó que "esta semana ingresó en el Centro de Rescate y Rehabilitación de Fundación el ejemplar de monito saimirí, conocido como mono ardilla o mono verde. También le dicen mono boliviano porque el origen es Bolivia. No son una especie autóctona para Argentina. Es un monito todavía joven y está en observación. Esta semana va a ser sometido a todos los estudios para ver su estado de salud posibilidad de enfermedades transmisibles, inclusive de tuberculosis, por encargue del agente de la Secretaría de Ecoparque y Biodiversidad de la provincia que nos ha confiado este animalito".
"En base a lo que salga en los estudios, si está todo en orden, el Departamento de Fauna y la Secretaría dispondrán del traslado del ejemplar a un lugar donde pueda estar en compañía de otros, sobre todo de su especie; algún santuario o refugio de monitos, ya que es un monito acostumbrado a la gente, entonces su reinserción sería un poco difícil", explicó.
Ibarra destacó que hacía mucho tiempo que no había monos de tráfico en la provincia. "Hubo épocas por los 90 hasta el 2000 en donde se seguían trayendo bebés monos. Hoy esto ha disminuido bastante, dado que se ha trabajado mucho desde las ONGs, como la nuestra, el tema del combate al tráfico de fauna".
"El monito está todo el tiempo haciendo un silbidito, como llamando a sus padres, o llamando a los humanos con los que estuvo. Indudablemente debe extrañar; está todo el tiempo silbando. La gente tiene que entender que los animales silvestres no son mascotas. Los animales silvestres tienen que estar en su lugar. Pero todavía hay mucha personas del norte del país que siguen trayendo animalitos", se lamentó.
El presunto infractor podría quedar a disposición de la Justicia y podrá ser reprimido con penas de prisión. Las multas por cometer este tipo de delitos van aproximadamente desde $30.000 a más de $4.470.000 por ejemplar de la fauna afectado, dependiendo la gravedad del hecho
El mercado del comercio ilegal de vida silvestre genera, según estimaciones, entre 15 y 20 mil millones de dólares estadounidenses al año. Es el cuarto comercio ilegal mundial después de delitos relacionados con la venta de drogas, la falsificación y el tráfico de personas.
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