Un refugio de Mendoza denuncia que una perrita murió por la pirotecnia

Desde el Refugio Ángeles de Cuatro Patas, señalaron que fue culpa del estrés por los estruendos de las celebraciones de Año Nuevo.

Un refugio de Mendoza denuncia que una perrita murió por la pirotecnia

Por: Tamara Sbardolini

La celebración del Año Nuevo dejó una profunda tristeza en el refugio "Ángeles de Cuatro Patas" de Godoy Cruz. Luli, una perrita de 11 años, falleció aparentemente debido al estrés provocado por los estruendos de la pirotecnia. Beatriz, encargada del refugio, compartió la noticia en redes sociales, donde asegura que la perrita murió por culpa de la cantidad de uso de pirotecnia que se utilizó en la noche del miércoles.

"Perdón vieji, por todos los ignorantes que tiraron pirotecnia, por las que dicen que hay que sedar a los animales, que no saben que a los viejitos no se los puede sedar, que cómo hacés para calmar a 200 perros", escribieron desde la cuenta oficial del refugio, acompañando el mensaje con un video que muestra el terror de los animales durante la noche de festejo. La foto que eligieron muestra a la perrita y tiene escrito el mensaje "Vos me mataste".

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Desde el refugio apuntaron contra la vicegobernadora Hebe Casado, quien tras las fiestas de Navidad había minimizado el impacto de los estruendos al señalar: "Pese a las prohibiciones actuales, los fuegos artificiales continúan estando en el mercado ilegal y es muy difícil combatirlo". En este contexto, la funcionaria pidió "responsabilidad individual" y sugirió "buscar métodos de protección para los animales y los chicos con autismo".

Las declaraciones de Casado fueron duramente criticadas, ya que, según algunos sectores, se interpretaron como una falta de sensibilidad. 

Tras las críticas, la vicegobernadora pidió disculpas públicas y prometió intensificar los controles. Sin embargo, en la noche de Año Nuevo, los fuegos artificiales volvieron a sentirse en distintos puntos de la provincia, dejando un saldo de 10 personas heridas por su uso.

El caso de Luli vuelve a poner en debate la efectividad de las políticas sobre el uso de pirotecnia y el impacto que estas decisiones tienen en los sectores más vulnerables: animales, niños con trastornos del espectro autista y personas mayores.

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