Productor: "No falta trigo, solo hay pícaros que esperan mejores precios"

Desde hace varias semanas los panaderos viene manifestando los grandes inconvenientes que enfrentan a diario para poder conseguir harina y aseguran que la explicación que les dan los proveedores es que falta trigo a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania.

En diálogo con Ricardo Montacuto en el programa Te digo lo que pienso por Radio Nihuil, Daniel Berdini, productor de trigo y otros granos de la zona norte de Buenos Aires aseguró que "no falta trigo en el país". 

Explicó que el país viene de una cosecha 21-22, importantísima con aproximadamente 20 millones de toneladas. De ese total, unos 4 ó 5 millones de toneladas va a molinería, para harina concretamente y otras 4 ó 5 millones de toneladas se reservan para la siembra de la campaña nueva. El remanente, unos 14 millones de toneladas, va directamente a exportación. "Lo que pasa es que algún pícaro por ahí, en espera de la suba de precios por el conflicto entre Rusia y Ucrania, retiene el producto esperando mejores valores. Pero el trigo está. Simplemente el diablo mete la cola", graficó.

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"El productor general de la pampa húmeda cosecha entre noviembre y diciembre y el grueso se vende a fin de año para poder pagar insumos y un sinnúmero de cosas. El trigo queda en pocas manos, en la molinera o en el exportador. Ahí el estado tiene herramientas para intervenir. En el país, no hay más de 80 empresas molineras de las cuales unas 15 manejan la molienda del trigo. Habrá que ir a golpear esas puertas para que den explicaciones", indicó.

Berdini dijo que durante la expo agro, que se desarrolló días pasados, planteó que como hay una necesidad en el mundo, y nosotros somos productores por excelencia de trigo, el gobierno debería juntar a las partes y poner al país a sembrar trigo. "Argentina tiene posibilidad de sembrar desde los valles de Río Negro hasta Salta. Hay que ponerse a producir", reclamó.

Además explicó que "terminada la cosecha, liberamos un 30% ó 40% de la producción porque la tenemos comprometida con los insumos. El productor no tiene mucho poder de decisión. Tiene el precio, que es una cuestión de oferta y demanda, que se genera en las bolsas de Rosario y Buenos Aires, Dársena o Bahía Blanca y punto. Uno vende, e interviene la molinería y el exportador. Automáticamente ahí se genera el negocio. El molinero va haciendo las compras durante el año según sus necesidades. No es que se quedó sin trigo, porque el trigo lo debe tener, y también debe tener harina, lo que pasa es que está esperando en este juego de inflación, el mejor precio".

"El trigo subió  30% desde el inicio del conflicto entre Ucrania y Rusia, pero la harina más del 100%". 

"El estado, en lugar de estar preocupado por aumentar las retenciones, ¿por qué no fomenta la siembra de trigo? Estamos en una oportunidad histórica, como sucedió después de la segunda guerra mundial. En ese momento el mundo tenía necesidad de ponerse en marcha y Argentina fue el gran granero del mundo. Ucrania y Rusia son los principales sembradores de trigo. Argentina tiene el clima ideal para producirlo, pero se castiga al que produce y se tiene una mirada suave dentro de la cadena. Si nos pusiéramos a producir tendríamos divisas, ingresos y pasaríamos de 20 millones de toneladas a 40 millones".

"Nuestro país parece el mundo al revés. Es el momento para sembrar porque las condiciones que tenemos en Argentina no las tiene ni Brasil ni Paraguay, que también son grandes productores. Tenemos una oportunidad histórica y nos estamos peleando con los trabajadores y encima le decimos a Doña Rosa que los culpables son los productores", concluyó.

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