Se cumplieron 20 años del incendio en el boliche de Once, en el cual murieron 194 jóvenes. A lo largo de dos décadas, sobrevivientes y familiares de víctimas han transitado desde el pedido de Justicia hasta el reclamo actual por reparación.
Por qué Cromañón pasó de "tragedia" a "masacre"
Hace 20 años, el penúltimo día del año 2004 se convirtió en uno de los capítulos más oscuros de la historia argentina, en cuanto a muertes colectivas que podrían haberse evitado si no hubiese mediado la corrupción y la desidia.
En el boliche República Cromanón murieron 194 personas durante un incendio desatado durante un recital de Callejeros. Desde ese momento, los sobrevivienes y familiares de las víctimas transitaron un extenso calvario, entre el dolor, la lucha por el pedido de Justicia y ahora, el reclamo por la reparación.
La comunidad herida que dejó Cromañón, aquellos a los que la desgracia les arrebató a un ser querido, se organizó desde el primer día y formaron lo que se conoce como el Movimiento Cromañón. Una de sus tantas luchas se apalancó en un tecnicismo semántico. Es que desde el primer momento se habló de "tragedia", una palabra que encajaba perfecta con la cínica repartición de culpas entre las autoridades y las víctimas, que intentaban algunos sectores de la sociedad. Ciertos periodistas, intelectuales, referentes políticos, aludían a los "riesgos" que implicaba las prácticas de determinas tribus, como los "rolingas", el grupo de pertenencia en el que encuadraban los pibes que escuchaban bandas como Callejeros. El Movimiento bregó por instalar el concepto de "masacre" y finalmente lo consiguió.
Días atrás la Ley de Reparación sancionada en 2013 fue modificada y se reemplazó el término "tragedia" por "masacre". Este hecho implica: ampliar la cobertura de salud a los sobrevivientes y familiares de víctimas; dispone una asistencia vitalicia y no hereditaria; dispone un padrón que reconoce a víctimas o damnificados. Además, una de las luchas más simbólicas del movimiento es solicitar la expropiación del boliche para construir un espacio de memoria, un objetivo que con la readecuación de esta Ley se acercaría más a su concreción.