A menos de una semana de la apertura del cruce que une Mendoza con el vecino país se escucharon voces de alerta desde el otro lado de la cordillera. La posición que podrían tomar las autoridades trasandinas.
¿Podrían cerrar Los Libertadores por la suba de casos?
A menos de una semana de habilitarse el Complejo Los Libertadores para el turismo, hay voces en Chile que piden el cierre de las fronteras terrestres, pedido del que se hicieron eco muchos medios argentinos. Sin embargo, poniendo en el contexto la situación, hay dos cosas que se deben considerar a la hora de analizar la situación. La primera es la cantidad de personas que se están moviendo entre ambos países y la segunda es el lugar desde el cual viene el pedido.
Como indica Memo, en el último punto mencionado, el pedido lo hizo el Colegio Médico de Chile (Colmed), el cual se ha puesto en la vereda opositora a la gestión sanitaria de Sebastián Piñera y fue el que también reclamó cuarentenas más estrictas cuando en el vecino país se comenzaron a flexibilizar algunas actividades tras la mejoría en las cifras de la emergencia.
La voz en contra de la gestión sanitaria oficial la llevó de manera más fuerte la extitular del Colmed, Izkia Siches (exdirigente estudiantil del Partido Comunista) quien dejó el cargo para ser la jefa de campaña del presidente electo Gabriel Boric y que ahora suena fuerte para algún cargo importante, incluido el Ministerio de Salud.
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Siches fue siempre crítica y apuntó a la aplicación de restricciones más estrictas, a pesar del nivel de control que tenía el gobierno chileno en el peor momento de la pandemia. Por eso, ahora -y con una conducción que va en la misma línea- no es extraño que se pidan mayores restricciones y se critique la apertura de fronteras. La conducción del Colmed se ha mostrado contraria permanentemente al manejo del actual ministro de Salud, Enrique Paris.
Movimiento en la frontera
Otro punto a analizar, es el real impacto del movimiento entre ambos países en la propagación de la variante Ómicron.
Chile ha demorado más el aumento de casos, aunque ya se está registrando una suba en el número de contagiados. A favor del vecino país juega el porcentaje de población con dosis de refuerzo y que está cerca del 70% de la población objetivo, con más de 11 millones de personas. Además, durante enero se planea el inicio de la aplicación de una cuarta dosis.
Con esos datos sobre la mesa, el movimiento en las fronteras terrestres parece tener poca relevancia en el brote. Si vamos a los números, fueron poco más de dos mil argentinos los viajaron a Chile en cuatro días y poco más de mil los chilenos que vinieron a este lado de la cordillera.
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Es decir, el movimiento continúa siendo mínimo y muy controlado, a partir de todos los requisitos que puso el vecino país para el ingreso de extranjeros por Libertadores y que, en definitiva, terminaron por desmotivar -especialmente- a muchos mendocinos que pensaban pasar sus vacaciones en las playas trasandinas.
Hoy no se analiza un cierre de fronteras en el nivel central del Gobierno de Chile, aunque lo que no se puede descartar es que se sigan postergando las aperturas de otros pasos fronterizos que estaban programadas y que fueron suspendidas por Ómicron. Recordemos que sólo Cristo Redentor avanzó en la apertura de la cual eran parte por lo menos otros cinco complejos.
Aunque ninguna medida está descartada, según las fuentes consultadas por Memo, en la actualidad el foco de la situación sanitaria en Chile no está enfocado en las fronteras, sino más bien en el movimiento interno de los propios chilenos a las playas y otros centros turísticos. Además, los no vacunados son otro tema que se está trabajando fuerte, situación por la cual a principio de año el gobierno chileno inhabilitó el pase de movilidad (pase sanitario) a todas las personas que aún no se aplicaron la dosis de refuerzo.