Lo que la pandemia dejó: las miradas de los chicos dicen todo

"Mi teoría es que algunas personas le tienen miedo a las máscaras porque las sonrisas falsas no llegan a los ojos", reflexionó la madre de una adolescente que no quiso sacarse el tapaboca para la foto escolar.

Mientras la madre mostró orgullosa en Twitter el gesto adusto de la mirada de su hija, opinó que "los niños aprenderán a leer mejor a las personas" gracias al uso del tapabocas.

Lo posteó como algo positivo, como si fuera una nueva habilidad que no podrían haber obtenido si no fuera de algún modo "gracias" a la pandemia y a la obligación de taparse la mitad de la cara. Lo resaltó con orgullo. 

Sin embargo, su tuit atrajo a otros padres a mostrar las fotos de sus hijos, y el resultado es desolador.

La carta con un desolador pedido de una nena que sufre acoso escolar

Detrás de esos barbijos, niños y adolescentes muestran enojo, tristeza, melancolía, frustración.

Es cierto, una sonrisa falsa no llega a los ojos, llega la verdad. Y los niños han perdido la mirada de niños. Tienen ahora la mirada de un adulto que ha pasado por situaciones muy difíciles, tal como pasaron ellos encerrados, aislados, sin clases y sin contacto con sus amigos y parientes.

Si, como se dice, los ojos son la ventana del alma, empecemos a ver con más atención cómo está el alma de los chicos.