Matar al Padre: el peligro del revisionismo al servicio del poder

El candidato de Milei para presidir el Banco Central dijo que la idea de San Martín como el "Padre de la Patria" es ficticia. Otro potencial funcionario libertario dijo que una Gestapo argentina habría sido más efectiva. La vieja táctica de remover la historia al servicio electoral. La palabra de los que saben.

Matar al Padre: el peligro del revisionismo al servicio del poder

Por:Florencia Silva
Secretaria de redacción

El popular escritor Hernán Casciari escribió un cuento hace tiempo que se llama "La edad de los países". Allí traza un paralelismo con el cálculo que se utiliza para saber cuántos años tiene un perro y con ese criterio, multiplica por 14 la fecha en que un país logró su autonomía. Con esa lógica, en el marco de la ficción literaria, el escritor afirma que la Argentina es una niña entrando a la pubertad.

"Argentina nació en 1816 tiene 196 años si lo dividimos por catorce, Argentina tiene casi 15 años osea está en la edad del pavo. Argentina es rebelde, pajera, no tiene memoria contesta sin pensar, está llena de acné por eso le dicen el granero del mundo", dice parte del relato teniendo en cuenta que el texto fue publicado en 2012.

La realidad es que una sociedad en estado de crisis permanente, con el conflicto como statu quo, devaluada, mal educada, sin previsión del futuro, es el fiel retrato de un país adolescente e intelectualmente vulnerable. Por ello no es casual que en este contexto se instalen en la agenda debates disruptivos. Tocar a los intocables, los ídolos que cierran la grieta inevitablemente conducen la atención hacia aquellos que lo plantean y facturan en una contienda electoral.

Emilio Ocampo: "San Martín es un héroe ficticio".

En este torneo de revisionismos al servicio de la carrera por el poder,  cayó San Martín. Sí. Mientras la casa se prende fuego, el frente Libertario, que tiene altas chances de asumir la conducción de la Nación en diciembre, ahora cuestiona si el General es o no "el Padre de la Patria", el "Libertador de América". Un debate que los 18 millones de pobres que tiene Argentina seguramente siguen con notable empeño.

Y no es la primera vez que la política le pasa el plumero a los bustos de bronce en beneficio propio. En 2019, durante la presentación de su libro, Cristina Fernández dijo que ella "habría sido amante de Belgrano", enalteciendo la figura intelectual en detrimento de la investidura militar de San Martín.

Ver: Un economista asesor de Milei aseguró: "San Martín no fue el Padre de la Patria"

El economista Emilio Ocampo, posible presidente del Banco Central si gana Milei  y quién también se autopercibe como historiador vocacional, dijo en una entrevista a diario Los Andes: "Mitre creó el mito sanmartiniano, el del Libertador de América y el Padre de la Patria. Tiene connotaciones muy importantes. Si uno es el Libertador de América, ya, de por sí, mira a los demás países desde otro escalón. Alimenta un poco más la idea de excepcionalidad y superioridad, algo que, a los argentinos, se les critica desde tiempo inmemorial".

Dato importante: Ocampo es sobrino en segundo grado de las escritoras Victoria y Silvina Ocampo. También comparte árbol genealógico con Carlos María de Alvear, director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata en los albores de 1815. Este periodo fue considerado una suerte de dictadura y en ese momento, en carácter de gobernador de Cuyo, San Martín fue su oponente.

Sobre los dichos de Ocampo, Jaime Correas, periodista, escritor y ex Director General de Escuelas de Mendoza, dijo: "A esta altura del partido y de las investigaciones históricas, esos planteos no tienen ningún asidero. Lo que hizo San Martín está documentado. Luego surgen las interpretaciones, hemos tenido desde San Martín peronista hasta el San Martín montonero, etc. Pero eso tiene que ver con las interpretaciones. La verdad es que lo que dice Ocampo entra en en este espacio del disparate de la gente que está rodeando a Milei". 

Para profundizar este concepto de revolver la historia para conspirar en función de un objetivo de poder, Correas pone otro ejemplo tan preciso como perturbador: "Ha estallado un escándalo con el referente en Educación, Krause, porque hizo una analogía rarísima y condenable en la cual habla de la eficiencia de los nazis para matar judíos, comparados con la Argentina. Me parece que es un grupo de gente que realmente son unos lunáticos".

Ver: Video: la repudiable frase de un asesor de Milei sobre el Holocausto

Esto es en referencia a las expresiones de Martin Krause, potencial secretario de Educación de Milei, quién manifestó durante un debate organizado por la Universidad Torcuato Di Tella que "si la Gestapo hubiera sido argentina, ¿no hubiera sido mucho mejor? En vez de matar seis millones de judíos, seguramente eran mucho menos porque hubiera habido coimas, ineficiencias de todo tipo, se hubieran quedado dormidos..."

Es vital preguntarse cuales son las condiciones sociológicas, la tierra fértil de una Nación, para que broten estos fenómenos borders, tan alejados del raciocinio. Sobre este punto, Correas reflexiona: "No es que el país lo permita, el estado del país hace que que surjan estos personajes. Hasta el surgimiento de Milei ninguno de estos nombres, Ocampo, Krause, nadie le hubiera prestado atención. Ahora cuando tienen chances de ser presidente del Banco Central o ministro de Educación, obviamente que ahí su opinión y crece enormemente".

Derribando mitos

La historiadora Beatriz Bragoni, investigadora del Conicet y la Universidad Nacional de Cuyo, autora del ilbro "San Martín. Una biografía política del Libertador" expuso a diario La Nación argumentos que refutan los siguientes planteos de Ocampo.

Mitre creó el mito sanmartiniano, el del Libertador de América y el Padre de la Patria.

"Que Ocampo atribuya a Mitre la construcción de un héroe ficticio tampoco es novedoso en tanto, desde Renan, ninguna representación del pasado nacional escapa al proceso selectivo de recuerdos y olvidos fungidos en la trama narrativa y monumental del país. Lo cierto es que se trata de un proceso de larguísima duración que mantuvo casi intacto la desigual valoración de ambos personajes en la historia nacional (...) En el medio, llama la atención el olvido de un dato curiosísimo en la arenga antisanmartiniana de Ocampo: se trata de la versión aportada por la memoria de una anciana del linaje patricio disconforme con el maltrato recibido a su antepasado, quien adujo en su diario que San Martín no era tal, sino un vástago no reconocido de D. Diego de Alvear. Una conexión que, en caso de ser verificada, pondría en jaque más de un argumento vertido por Ocampo".

San Martín era un espía inglés.

"Funda sus argumentos en trabajos de archivos, sin develar nada nuevo sobre las clásicas versiones revisionistas que le objetaron sus vínculos con agentes o sus amigos británicos (como escribió Ricardo Piccirilli hace medio siglo). Algo que no debería sorprender demasiado en función de la enorme transformación operada en el aquel mundo entre la caída de Napoleón, la restauración de Fernando VII en el trono, el colapso del imperio español, la inestabilidad de las patrias independientes y el impacto fatal de las guerras en las economías y sociedades locales". 

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